El loro de Ricardo MiguelA A Ricardo le

“El loro de Ricardo” Miguel-A.

A Ricardo le regalaron un loro por su cumpleaños. Ya era un animal adulto, con mala actitud y peor vocabulario. Aparte de su mal genio, cada frase que decía, estaba adornada por alguna palabrota.

Ricardo trató, desde el primer día, de corregir la actitud del loro, diciéndole palabras bondadosas. Y con paciencia y mucha educación, le ponía música suave, y lo trataba con mucho cariño.

Llegó un día en que Ricardo perdió la paciencia, y gritó al loro. Sin embargo, el animal se puso aún más grosero. Y, en un momento de desesperación, Ricardo lo encerró en el frigorífico.

Durante un par de minutos, Ricardo pudo escuchar los gritos de protesta del loro, y el revuelo que causaba dentro del frigorífico. . . Hasta que, de pronto, todo fue silencio.

Tras otro par de minutos, Ricardo, arrepentido y temeroso de haber matado al loro, abrió rápidamente la puerta del frigorífico. El loro salió, y con mucha calma voló al hombro de Ricardo.

- Siento mucho haberte ofendido con mi lenguaje y actitud le dijo el loro, arrepentido-. Te pido me disculpes, y te prometo que en el futuro seré más cuidadoso con mi comportamiento.

Ricardo quedó muy sorprendido por el tremendo cambio en la actitud del loro. Y estaba a punto de preguntarle el motivo de tan drástico cambio, cuando habló el loro de nuevo: - ¿Te puedo hacer una pregunta? ¿Qué ha sido lo que ha hecho el pollo? .