DOMINGO XXVI T Ordinario Ciclo A Quin de

DOMINGO XXVI T. Ordinario – Ciclo A “¿Quién de los dos hizo lo quería el padre? ” BARTHIMEUS, Instituto para el Progreso Humano.

ORACIÓN COLECTA DE LA MISA DEL DOMINGO XXVI T. O. –A “Dios, que manifiestas especialmente tu poder con el perdón y la misericordia, derrama incesantemente sobre nosotros tu gracia, para que deseando lo que nos prometes consigamos los bienes del cielo”.

“Recuerda, Señor, que tu misericordia es eterna”. Salmo (24)

Mateo 21, 28 - 32 “En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo : ¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo : Hijo, ve hoy a trabajar en mi viña.

Como la semana anterior, el Señor es el dueño de la viña. Pero nosotros hemos pasado de ser los jornaleros a ser los hijos. Hijos del Padre , que se nos acerca. Hijos de Dios , que nos busca, nos invita, nos llama a vivir cerca de Él y para Él.

Él le contestó : No quiero. Pero después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó : Voy, señor. Pero no fue. ¿Quién de los dos hijos hizo lo quería el padre? Contestaron : el primero.

Cada hijo, cada uno de nosotros, tiene su forma de oír al Padre, su forma de responderle y su forma de cumplir su Voluntad. Un “no quiero” puede significar no estoy de acuerdo, no me apetece, no me siento capaz. Dios entiende y nos espera. Un “voy Señor” puede significar una buena intención pero débil, o el intento de aparentar obediencia y bondad. A Dios no se le engaña con falsas promesas. A Dios se le muestra obras.

Entonces Jesús les dijo : Les aseguro que los publicanos y las prostitutas entrarán antes que ustedes en el reino de Dios. Porque vino Juan a ustedes enseñándoles el camino de la salvación, y no le creyeron ; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y ustedes a pesar de esto no se arrepintieron ni creyeron en él”. Palabra de Dios.

Jesús nos insiste en que las formas exteriores de religiosidad no nos abren el Reino de los Cielos. Lo que importa es la apertura a su Palabra. Nos pide recapacitar y ser coherentes. En nuestra libertad está nuestra responsabilidad. Somos invitados a hacer lo que Él nos dice, como lo advirtió la Virgen en las bodas de Caná.

No nos creamos cristianos si es que no lo somos en la vida diaria. El cristiano obedece a Dios. Desobedecer o aparentar obediencia es nuestra ruina.

Señor, por mi propio bien, voy a amar tus Mandamientos, y voy a evaluar mi vida a la luz de las Bienaventuranzas, para saber si confío en ti y si te agrado. Así sea. BARTHIMEUS, Instituto para el Progreso Humano. La paz sea contigo