DEL FOSO DE LOS LEONES AL FOSO DEL

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DEL FOSO DE LOS LEONES AL FOSO DEL ÁNGEL Lección 7 para el 15

DEL FOSO DE LOS LEONES AL FOSO DEL ÁNGEL Lección 7 para el 15 de febrero de 2020

Daniel, tercero en el reino de Babilonia, fue nombrado uno de los tres gobernadores

Daniel, tercero en el reino de Babilonia, fue nombrado uno de los tres gobernadores bajo el gobierno de Darío el Medo, en Babilonia. Con más de ochenta años, seguía siendo tan fiel a Dios como lo era setenta años antes, cuando fue llevado cautivo a Babilonia (Daniel 1). Un hombre perfecto. Daniel 6: 1 -5. Un hombre perseguido. Daniel 6: 6 -9. Un hombre de oración. Daniel 6: 10. Un hombre protegido. Daniel 6: 11 -23. Un hombre vindicado. Daniel 6: 24 -28.

UN HOMBRE PERFECTO “Entonces los gobernadores y sátrapas buscaban ocasión para acusar a Daniel

UN HOMBRE PERFECTO “Entonces los gobernadores y sátrapas buscaban ocasión para acusar a Daniel en lo relacionado al reino; mas no podían hallar ocasión alguna o falta, porque él era er fiel, y ningún vicio ni falta fue hallado en él” (Daniel 6: 4) Darío observó la fidelidad de Daniel, y pensó en ponerlo sobre todo el reino. Esto despertó en los gobernadores el terrible pecado de los celos (antiguo pecado que provocó la caída de Lucifer), pues anhelaban el cargo propuesto para Daniel. Cuando investigaron sobre el proceder de Daniel, los gobernadores observaron que era buen administrador, íntegro, diligente, insobornable, confiable, honrado, fiel y leal, sin vicio alguno. Decidieron atacarle en su propia fidelidad. Estaban seguros de que, ante la prueba, preferiría ser fiel a la ley de Dios antes que a la ley del imperio.

“Todos los gobernadores del reino, magistrados, sátrapas, príncipes y capitanes han acordado por consejo

“Todos los gobernadores del reino, magistrados, sátrapas, príncipes y capitanes han acordado por consejo que promulgues un edicto real y lo confirmes, que cualquiera que en el espacio de treinta días demande petición de cualquier dios u hombre fuera de ti, oh rey, sea echado en el foso de los leones” (Daniel 6: 7) Para una mayor eficiencia, el rey había descentralizado la Administración nombrando 120 sátrapas. Existía el riesgo de que alguno de ellos pudiese usar este poder para conspirar contra el rey. Se propuso una medida para asegurarse la lealtad de sus dirigentes: durante un periodo de tiempo determinado todas las peticiones tendrían que pasar directamente por el rey. Añadir las peticiones a los dioses era tanto un guiño a la vanidad del rey (que no estaba acostumbrado a ser representante de la divinidad), como un ataque directo contra Daniel. Una vez ratificada, la ley era inmutable. Daniel estaba condenado… y los leones tendrían su cena.

UN HOMBRE DE ORACIÓN “Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró

UN HOMBRE DE ORACIÓN “Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces a día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como l solía hacer antes” (Daniel 6: 10) Daniel no hizo ningún intento de ocultar sus hábitos de oración, a pesar del decreto real. Simplemente, continuó con su costumbre de orar mirando hacia Jerusalén (2 Cr. 6: 20 -40). La adoración es el punto central en el conflicto entre el bien y el mal. ¿A quién adoraremos y cómo vamos a hacerlo? Cuando la lealtad a Dios y la lealtad al estado entren en conflicto, ¿qué haremos? Nuestra decisión en ese momento dependerá de nuestra actitud ahora. ¿Oro a Dios cada día? ¿Acostumbro a apartar el sábado para adorar a Dios? ¿Cómo es mi relación diaria con Jesús?

UN HOMBRE PROTEGIDO “Cuando el rey oyó el asunto, le pesó en gran manera,

UN HOMBRE PROTEGIDO “Cuando el rey oyó el asunto, le pesó en gran manera, y resolvió librar a Daniel; y hasta la puesta del sol trabajó para librarle” (Daniel 6: 14) Los gobernadores presentaron a Daniel como un extranjero cautivo que desobedecía abiertamente las órdenes del rey, sin hacer mención alguna a sus grandes Pero esta vez el rey nocualidades. cayó en la trampa. Distinguió con claridad las intenciones de sus gobernadores. Durante todo el día trató de proteger a Daniel y librarlo de la muerte, pero sin conseguirlo (Juan 19: 12). La fidelidad y ejemplo de Daniel ahondó tanto en el espíritu del rey, que exclamó: “El Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, él te libre” (v. 16).

Y Dios envió su ángel para proteger a Daniel

Y Dios envió su ángel para proteger a Daniel

UN HOMBRE VINDICADO “Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de

UN HOMBRE VINDICADO “Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para qu no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo” (Daniel 6: 22) Tras una noche de insomnio, Darío acudió con las primeras luces de día ante el foso. ¿Estaría Daniel aún vivo? Daniel había pagado su “crimen” según establecía el decreto. Entonces, Darío se volvió contra los verdaderos criminales (celosos, mentirosos y traicioneros). Su rápida muerte contrastaba con la milagrosa protección de Daniel. Darío vindicó a Daniel y lo ratificó en su puesto, donde se desempeñó hasta, al menos, el tercer año de Ciro. También vindicó al Dios de Daniel, como una anticipación a la vindicación final, cuando toda rodilla se doble ante el Rey

“Aunque sus pasiones [de Daniel] eran similares a las nuestras, la pluma inspirada nos

“Aunque sus pasiones [de Daniel] eran similares a las nuestras, la pluma inspirada nos lo presenta con un carácter sin mancha. Su vida es un ejemplo vivo de que se puede llegar a ser un hombre íntegro, aun en esta vida, si se hace de Dios la fuente de nuestra fuerza y se aprovechan sabiamente las ocasiones y los privilegios que estén a nuestro alcance… [Daniel] Sentía la necesidad de alimentar su alma con la oración y cada mañana suplicaba sinceramente ante Dios. Nada lo habría privado de este privilegio, ni siquiera la amenaza del foso de los leones impidió que continuara orando…”

“Daniel amaba, temía y obedecía a Dios. Y aun así no huyó del mundo

“Daniel amaba, temía y obedecía a Dios. Y aun así no huyó del mundo para evitar su influencia corruptora. La providencia de Dios lo puso en el mundo, aunque no era del mundo. Rodeado de todas las tentaciones y las fascinaciones de la vida cortesana, conservó la integridad de su alma, con una adherencia a los principios que era firme como una roca. Hizo de Dios su fuerza y él no lo olvidó en el momento de mayor necesidad” E. G. W. (Testimonios para la iglesia, tomo 4, pg. 562)