Creer en Jess resucitado significa creer que su

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Creer en Jesús resucitado significa creer que su vida es la auténtica vida, es

Creer en Jesús resucitado significa creer que su vida es la auténtica vida, es el mejor modo de ser humano. Creer en Jesús resucitado significa que el poder del amor de Dios es más grande que toda violencia. Que en el fondo, la realidad entera se apoya sobre la todopoderosa debilidad del amor. Creer en Jesús resucitado implica vivir como él, implica seguirle, continuar su misión, ser sus manos y sus pies en el día de hoy, sabiendo que eso es lo que más vale la pena en la vida. “Vivir como resucitados” quiere decir vivir con los criterios de Jesús. No es una cuestión filosófica, ni siquiera religiosa. Es vivir de otra manera. La clave es si mi fe en Jesús cambia o no mi vida y la de los que me rodean. José Enrique Ruiz de Galarreta. Pascua de Resurrección de Jesús -A- Juan 20, 1 -9 Comentarios y presentación Asun Gutiérrez. Música: Grieg. La Mañana.

Es hora de salir al balcón de la vida, mirar el horizonte, despertar al

Es hora de salir al balcón de la vida, mirar el horizonte, despertar al alba y sentirse llen@s de alegría. Es hora de asomarse al infinito, de anunciar y cantar, trabajar y proclamar que es posible un mundo nuevo y distinto. Es hora de entrar en la noche sin miedo y ser sus testigos; descubrir su presencia entre nosotr@s fortaleciendo nuestras esperanzas y anhelos. Es hora de romper los esquemas de siempre; de escuchar las palabras del silencio; gustar su presencia callada, confesar la vida, andar por los desiertos y abrir nuevas sendas por donde pueda llegar el Reino. Es hora de iniciar caminos nuevos, arriesgarlo todo, apostar por Dios y su Reino. Es hora de la Pascua, de Resurrección, de brindar por la Vida Plena que el Señor nos sigue trayendo, para ensanchar nuestro corazón y hacerlo más sensible y más fraterno. Es hora de asomarse al Infinito

¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza ! ¡¡María!!

¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza ! ¡¡María!!

El domingo por la mañana, muy temprano, antes de salir el sol, María Magdalena

El domingo por la mañana, muy temprano, antes de salir el sol, María Magdalena se presentó en el sepulcro. 1 Pascua es el triunfo del amor sobre la muerte. Sensibilidad, dolor, nostalgia, búsqueda, impulso del corazón, amor…, son los sentimientos y actitudes que llevaron a María Magdalena a la tumba temprano, por la mañana, cuando aún estaba oscuro. Sentimientos que no la paralizan, la lanzan al camino de noche para buscar a quien amaba, sin el que no podía vivir.

El amor madruga más que el sol, hace ver cuando está oscuro, El amor

El amor madruga más que el sol, hace ver cuando está oscuro, El amor hace testigos de lo invisible, de lo “increíble”. El amor no mide, derrocha. El amor tiene bastante con amar. Si confías en tu anhelo y sigues tu búsqueda y tu amor hasta el final, encontrarás al Resucitado, como María Magdalena.

Cuando vio que había sido rodada la piedra que tapaba la entrada, 2 se

Cuando vio que había sido rodada la piedra que tapaba la entrada, 2 se volvió corriendo a la ciudad para contárselo a Simón Pedro y al otro discípulo a quien Jesús tanto quería. Sepulcro de la época de Jesús María Magdalena, la primera testigo del sepulcro vacío, corrió a anunciarlo a los apóstoles, propagó la Buena Noticia, convirtiéndose así en “apóstol de los apóstoles”. ¿Cuento y propago la Buena Noticia y buenas noticias?

Les dijo: -Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo

Les dijo: -Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han puesto. No saber “dónde lo han puesto” no es razón para la desesperanza, sino para seguir buscando. Siempre más lejos, sin instalarnos. Su “ausencia” nos empuja a buscarle siempre. Buscarle de día y de noche, con luz y en la oscuridad. Buscarle siempre y, principalmente, dejarse encontrar por él.

Pedro y el otro discípulo se fueron rápidamente al sepulcro. 4 Salieron corriendo los

Pedro y el otro discípulo se fueron rápidamente al sepulcro. 4 Salieron corriendo los dos juntos, pero el otro discípulo adelantó a Pedro y llegó antes que él. 5 Al asomarse al interior vio que las vendas de lino estaban allí; pero no entró. 6 Siguiéndole los pasos llegó Simón Pedro que entró en el sepulcro, 7 y comprobó que las vendas de lino estaban allí. Estaba también el paño que habían colocado sobre la cabeza de Jesús, pero no estaba con las vendas, sino doblado y colocado aparte. 3 Es conveniente partir de nuestra propia experiencia, contemplar nuestra vida para dar testimonio de haber visto a Jesús. Para el otro discípulo ver el sepulcro vacío, las vendas y el sudario son pruebas suficientes de la resurrección. Pedro y otros discípulos necesitan apariciones y hasta tocar. El amor, la confianza, la unión y la intimidad abren los ojos de la fe. Ir al encuentro de Jesús, buscarlo, nos producirá la sorpresa de sentir que nuestra vida cambia tanto como les cambió a sus primer@s discípul@s.

8 Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro.

8 Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro. Vio y creyó. Hoy Jesús está con nosotr@s, pasa a nuestro lado. ¿Le veo? ¿Creo en él? ¿Creo en la Resurrección? ¿Creo en mi resurrección? ¿Cómo se manifiesta esa fe en mi vida? ¿Como esperanza? ¿ Como compromiso por la justicia? ¿Como solidaridad con las personas empobrecidas y excluidas? ¿Contagio la alegría de la Resurrección? ¿”Resucito” o “doy vida” a alguien? En las personas, en la naturaleza, en la música, en las flores…, en los acontecimientos de cada día, siempre podemos experimentar la resurrección y ser testigos de ella. Como María Magdalena.

(Y es que hasta entonces, los discípulos no habían entendido la Escritura, según la

(Y es que hasta entonces, los discípulos no habían entendido la Escritura, según la cual Jesús tenía que resucitar de entre los muertos). 9 Ahora somos nosotr@s quienes nos comprometemos a vivir como personas resucitadas, siguiendo las huellas de Jesús, contagiando luz y vida. Experimentando su presencia y comunicándola a tod@s. Como María Magdalena. Que ayudemos a Jesús a resucitar aliviando a las personas que lo necesiten, mostrando la alegría de la entrega y el encuentro, la ternura de la misericordia, el entusiasmo por un mundo más justo y mejor. . . , siendo testigos, con nuestra palabra y nuestra vida, de que Jesús. . .

Yo también quiero, Rabboni, ser María Magdalena. Quiero escuchar tu voz, ver tu rostro

Yo también quiero, Rabboni, ser María Magdalena. Quiero escuchar tu voz, ver tu rostro y descansar en tus brazos. Quiero oír cómo tus labios pronuncian mi nombre y cómo tus ojos me miran con amor aceptándome como soy. Pero sabes, me duele quedarme siempre en la puerta de un encuentro pleno y eterno, y vivo soñando con que algún día se producirá esa meta final. Como María Magdalena aspiro a esa unión con el Amado que nunca se termine, a que los momentos de intimidad se eternicen. Ésa es la aspiración de mi alma y ésa es la promesa a la que aspiraba María Magdalena y con la que contamos todos. Nuestra Promesa. Isabel Gómez-Acebo

“Desde el momento de la resurrección, Jesús no tiene otro cuerpo visible que el

“Desde el momento de la resurrección, Jesús no tiene otro cuerpo visible que el de las cristianas y los cristianos, ni otro amor que dar que ellas y ellos den ” (L. Evely).