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Comenzamos el año, y cada día, con la bendición del Señor. “El Señor te

Comenzamos el año, y cada día, con la bendición del Señor. “El Señor te bendice y te protege”. Te guía, te defiende, te sostiene siempre en sus brazos, donde te sientes segur@. “El Señor ilumina su rostro sobre ti y te concede su favor ”. El Señor te acoge y te ama con ternura, no aparta sus ojos de ti, te mira con cariño, con mirada íntima y entrañable. “El Señor te muestra su rostro y te da su paz”. -De la primera lectura- Texto: Lucas 2, 16 -21. María Madre de Jesús. 1 -1 -12 Comentarios y Presentación: M. Asun Gutiérrez. Sonido: Campanas de Montserrat. Música: Schubert. Avemaría. Canción: Jesús

La vida auténtica de María nos obliga a abandonar las sedas y coronas para

La vida auténtica de María nos obliga a abandonar las sedas y coronas para seguirla por los caminos polvorientos. Nos obliga a cubrir su túnica con un delantal, a imaginarla amasando pan, cargando agua desde el pozo, dando de mamar, fregando el suelo. . . Todo lo que han hecho las mujeres durante siglos.

 [Los pastores] 16 Fueron de prisa y encontraron a María, a José y

[Los pastores] 16 Fueron de prisa y encontraron a María, a José y al niño acostado en el pesebre. 17 Al verlo, contaron lo que el ángel les había dicho de este niño. 18 Y cuantos escuchaban lo que decían los pastores, se quedaban admirados. En la antigüedad la divinidad se revelaba con signos y prodigios espectaculares El Dios de Jesús se revela en las realidades sencillas y cotidianas de la vida. Según sus planes, quien primero le descubre es la gente marginada que no cuenta para la «oficialidad» . Los pastores, expertos en noches, soñadores despiertos, van corriendo, escuchan, se ponen en camino, buscan, comprueban, creen, expresan y comparten su admiración y su alegría. Siguen el proceso de todo encuentro con Jesús: búsqueda, hallazgo unido a la experiencia personal y testimonio. El testimonio hace que la fe brote y se propague entre quienes escuchan.

19 María, por su parte, guardaba todos estos recuerdos y los meditaba en su

19 María, por su parte, guardaba todos estos recuerdos y los meditaba en su corazón. María tiene que hacer su propio itinerario para creer en Jesús. Creer en quien ha dado a luz, limpiado, amamantado, protegido, enseñado. . . María interioriza todo lo que está viendo y oyendo, contemplando y descubriendo la presencia de Dios en todos los acontecimientos de la vida. Creer supone un proceso y una profundización. Con ella y como ella hemos de recorrer nuestro propio camino de fe, con sus luces y sus sombras, buscar momentos de silencio y reflexión para meditar, para aceptar lo que nos vaya sucediendo aunque sea incomprensible.

20 Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios porque todo lo que

20 Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios porque todo lo que habían visto y oído correspondía a cuanto les habían dicho. Los pastores, que tienen fama de ser poco piadosos, son quienes alaban y dan gloria a Dios. A nosotr@s se nos anuncia la misma alegría que a ellos. HOY me ha nacido un Salvador. Todo esto por mí. “Atrévete a pensar que tú has provocado la Encarnación ” (Ignacio de Loiola)

21 A los ocho días, cuando lo circuncidaron, le pusieron el nombre de Jesús,

21 A los ocho días, cuando lo circuncidaron, le pusieron el nombre de Jesús, como lo había llamado el ángel ya antes de la concepción. La invocación del nombre de Jesús y su recuerdo son una oración. La circuncisión –una sencilla operación de fimosis- incluía la imposición del nombre. Su nombre –Yeshua-salvación- y su misión van a mostrar un “Dios nuevo”. Como Jesús yo tengo un nombre y una misión. Escucho a Jesús pronunciar mi nombre con alegría y ternura. Llamo, por su nombre, a Jesús y a l@s demás. Escucho a las personas que me quieren, me llaman, me nombran. Doy gracias a Dios por ellas. Me dejo llamar por Él y por l@s demás.

Pronunciaré tu nombre sentada solitariamente en medio de mis silenciosos pensamientos. Lo pronunciaré sin

Pronunciaré tu nombre sentada solitariamente en medio de mis silenciosos pensamientos. Lo pronunciaré sin razonamientos, porque estoy ante ti como una niña que llama a su madre cien veces, feliz de poder llamarla. . .