Comentarios a los Criterios Generales de Poltica Econmica

Comentarios a los Criterios Generales de Política Económica para el 2021 Dr. Arturo Huerta González Profesor del Posgrado, Facultad de Economía UNAM

Se señala que es un Paquete Responsable encaminado a mantener la Estabilidad Económica y Financiera, porque No se propone Desequilibrio entre Ingreso y Gasto público. Hay que señalar que ese discurso viene desde Pedro Aspe cuando era Secretario de Hacienda, y tal política se ha traducido en menos tamaño y participación del Estado en la economía, menor crecimiento económico, creciente economía informal, presiones sobre el sector externo, creciente dependencia de entrada de capitales, mayor desigualdad del ingreso, vulnerabilidad económica y financiera, crisis económicas recurrentes y no se han alcanzado los llamados equilibrios macroeconómicos, ni la estabilidad buscada.

La economía como un todo tiene que estar equilibrada, lo que no implica que cada sector de la economía deba estarlo. Las finanzas públicas no pueden estar equilibradas en un contexto donde las exportaciones en el primer semestre del año traen una caída anualizada de 30. 5%; el consumo, una disminución anualizada de 19. 4%; la IFB de 29. 8% y el PIB en el segundo trimestre tuvo una caída anualizada de 18. 7%

Al disminuir el gasto público para igualarlo al bajo ingreso tributario, ello acentúa la caída de la demanda y de la actividad económica, y ahonda los problemas financieros de las empresas y familias. Ello se traduce en menor recaudación tributaria, lo que sigue presionando sobre las finanzas públicas, por lo que no se logra el equilibrio fiscal buscado. Al vender menos las empresas por la austeridad fiscal, se acentúan el quiebre de empresas, lo que nos coloca con mayor debilidad frente al TMEC, por lo que menos viabilidad tendremos para salir de la crisis.

La estabilidad macroeconómica (en las finanzas públicas, en el sector externo, en las finanzas del sector privado y en el sector bancariofinanciero), no se consigue con equilibrio fiscal, pues ello acentúa la caída de la actividad económica, lo que recrudece los desequilibrios productivos y macroeconómicos de la economía. Las finanzas públicas deben actuar en función de cómo se encuentra el sector privado y el sector externo, y no en función de trabajar con equilibrio presupuestal y reducción del monto de la deuda pública.

El gobierno debe trabajar con gasto público deficitario para ser responsable en la generación de empleo, en apoyar a las empresas para evitar la destrucción de planta productiva, para reducir el crecimiento de importaciones y asegurar efectos multiplicadores internos a favor del ingreso de empresas y del empleo y así éstos puedan cubrir el pago de sus obligaciones financieras. Ello impulsará el ingreso nacional, lo que se traduciría en mayor recaudación tributaria que permitiría disminuir el déficit fiscal impulsor del crecimiento, así como el monto de la deuda pública. En contexto de crisis, y con austeridad fiscal, ni el gobierno, ni las empresas, ni las familias pueden pagar y reducir su deuda.

Solo en contexto de crecimiento económico se puede pagar y reducir la deuda. El gobierno es el único que puede sacar a la economía de la crisis. El sector privado por si solo es incapaz de hacerlo. Para que éste invierta, tiene que haber crecimiento de demanda y condiciones de ganancia, por lo cual el gobierno debe trabajar con gasto público deficitario para aumentar demanda y empleo y crear las condiciones para retomar el crecimiento.

Históricamente se ha salido de las crisis con mayor intervención del Estado en la economía, con gasto deficitario a favor del empleo y el sector productivo. Así se salió de la crisis de 1929 -1933, como de la crisis de 2008 -2009, y actualmente la mayoría de los países están trabajando con déficit fiscales arriba del 10% del PIB, hasta 33% como es el caso de Japón y Alemania. La propia secretaría de Hacienda ha dicho que “enfrentamos el reto más desafiante en materia de pandemia y política económica”, y el problema es que con la austeridad fiscal no están respondiendo a dichos retos.

Hacienda reiteradamente señala que “no hay margen de maniobra”. Que no se puede hacer lo que otros países como Alemania y Canadá, entre otros están haciendo, pues ellos trabajan con baja tasa de interés y que en el caso nuestro, con la alta tasa de interés, se elevaría el costo del servicio de la deuda. Hay que señalar que un gobierno soberano que tiene control de la moneda, no tiene restricción financiera, debido a que puede financiarse con ella y gastar en todo aquello que se produzca con su moneda. El limite del gasto público está dado por los bienes y servicios con que cuenta la economía, es decir, no puede gastar en aquello que no se produce en el país, pues requeriría divisas para ello.

La economía tiene altos niveles de capacidad ociosa y alto desempleo que pueden ser utilizados con el mayor gasto público, sin generar inflación. El gobierno no debe endeudarse en dólares, pues somos deficitarios y toda devaluación de la moneda, incrementa el costo del servicio de la deuda, tal como está aconteciendo. El gobierno no tiene que aumentar impuestos para gastar más. Y además, en un contexto recesivo no se puede aumentar impuestos, pues no hay condiciones de recaudar más.

El banco central, a pesar de su autonomía, debe acompañar el financiamiento del gasto público deficitario. En contexto de grave crisis y de guerras, los bancos centrales compran deuda directa de los gobiernos a tasas de interés cercanas a cero, tal como está aconteciendo en varios países del mundo hoy en día. El gobierno no tiene problemas de aumentar su deuda interna, pues está en su moneda y la puede refinanciar. Lo importante es que la tasa de interés esté en cero o cercana a cero, y al impulsar el crecimiento económico, el gobierno recaudaría más y reduciría el déficit y el monto de la deuda.

De continuar con la austeridad fiscal y las altas tasas de interés predominante, la crisis se profundizará, así como la quiebra de empresas, el desempleo, la cartera vencida, lo que llevará a la crisis bancaria y a la mayor desestabilidad de la economía.