Comentario Evangelio Domingo V Pascua Abril 2018 Francisco
Comentario Evangelio Domingo V Pascua Abril 2018 Francisco Cerro Chaves. Obispo de Coria-Cáceres Secretariado Catequesis de Cádiz y Ceuta Música: Momentos de Paz 13: Al alzar mis manos Montaje: Eloísa Díaz-Jara 29 + Avance Manual
TEXTO BÍBLICO Jn. 15. 1 -8 Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos.
La santidad es el fruto de estar unidos a Cristo Resucitado, como la vid al sarmiento.
Seguimos viviendo la Pascua, la nueva vida con Cristo Resucitado, esta nueva vida que es la santidad, exigencia amorosa de nuestro Bautismo.
No existe fruto alguno donde no se da la unión con Cristo que nos lleva a vivir “con los sentimientos de su Corazón que vive y Resucitado se entrega por amor.
Nos podemos preguntar una y otra vez cuando va avanzando la cicuentena pascual ¿Cuáles son los signos de que estamos viviendo la nueva vida resucitada?
1. EL FRUTO DE LA SANTIDAD.
Cuando el Señor toma posesión de nuestra vida, de nuestro corazón, de nuestros afectos nos lleva a una vida nueva que se va transformando para dar frutos de caridad
siempre sabiendo que si no estamos unidos al Señor como la vid al sarmiento los frutos son escasos y sin presente y futuro.
Es otro gran signo de la nueva vida resucitada con Cristo. 2. PERMANECER EN SU AMOR.
No consiste sólo en instantes, en momentos, es permanecer en un amor que da frutos abundantes.
Es preciso una y otra vez recordar el Amor de Dios que nos lleva a entregar la vida por amor.
¿Qué es permanecer en su Amor?
Es vivir la vida de la gracia, el cumplimiento de los mandamientos y sobre todo el abrirse al asombro de un amor que es siempre nuevo y nos desborda.
3. CENTRALIDAD DE CRISTO.
Mientras no se dé en nosotros el poner a Cristo en el centro de nuestro corazón y afectos y esto lleva consigo “el olvido de sí”, no será claro que se viva la nueva vida resucitada, la unión con Dios.
La santidad es siempre a lo que el Señor nos llama para vivir entregando la vida por amor a los más necesitados
y a los que viven en todas las periferias y en todas las encrucijadas de la vida.
Este es el fruto abundante de vivir unidos al Amor de Cristo. FIN
- Slides: 19