Ciclo C 2 Domingo de Adviento 6 de

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Ciclo C 2 Domingo de Adviento 6 de diciembre 2009 Música: “Què li darem

Ciclo C 2 Domingo de Adviento 6 de diciembre 2009 Música: “Què li darem al noi de la Mare” (pop. Catalana)

Ba 5, 1 -9: Jerusalén, deja tu vestido de luto y miseria, y vístete

Ba 5, 1 -9: Jerusalén, deja tu vestido de luto y miseria, y vístete de gala con la gloria que Dios te concede. Ponte el manto de la victoria de Dios, adorna tu cabeza con la diadema gloriosa del Dios eterno. Porque Dios mostrará tu esplendora todos los pueblos de la tierra. Dios te dará para siempre este nombre: «Paz en la justicia, Gloria en la piedad» . Levántate, Jerusalén, ponte en lo alto y mira hacia oriente; ahí están tus hijos convocados desde donde sale el sol hasta el ocaso, por la palabra del Santo, jubilosos porque Dios se ha acordado de ellos. Salieron de ti a pie, conducidos por el enemigo, pero Dios te los devuelve con honor, transportados como en trono real. Porque Dios ha mandado que todo monte elevado y toda colina perenne se abajen; que los valles se rellenen y se nivele la tierra, para que Israel avance seguro guiado por la gloria de Dios. El ha ordenado a los bosques y a todos los árboles aromáticos que den sombra a Israel. Porque Dios conducirá a Israel con alegría al resplandor de su gloria, en medio de su misericordia y de su fuerza salvadora.

Salmo 125 El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. Cuando el

Salmo 125 El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía un sueño: la boca se nos llenaba de risas, la lengua de canciones.

El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. Los paganos decían: «El

El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. Los paganos decían: «El Señor ha hecho grandes cosas por ellos» . El Señor ha hecho grandes cosas por nosotros, y estamos alegres.

El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. ¡Cambia, Señor, nuestra suerte

El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. ¡Cambia, Señor, nuestra suerte como cambian los torrentes del Négueb! Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre canciones.

El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. Aunque iban llorando al

El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. Aunque iban llorando al llevar la semilla, vuelven contentos, trayendo las gavillas.

Fl 1, 4 -6. 8, 11 Cuando ruego por vosotros lo hago siempre con

Fl 1, 4 -6. 8, 11 Cuando ruego por vosotros lo hago siempre con alegría, porque habéis colaborado en el anuncio del evangelio desde el primer día hasta hoy. Estoy seguro de que Dios que ha comenzado en vosotros una obra tan buena, la llevará a feliz término para el día en que Cristo Jesús se manifieste. . . Dios es testigo de lo entrañablemente que os quiero a todos vosotros en Cristo Jesús. Y le pido que vuestro amor crezca más y más en conocimiento y sensibilidad para todo. Así sabréis discernir lo que más convenga, y el día en que Cristo se manifieste os hallará limpios e irreprensibles, cargados del fruto de la salvación que se logra por Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.

Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos. Todos verán la salvación de Dios.

Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos. Todos verán la salvación de Dios. Lc 3, 4, 6

El año quince del reinado del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea,

El año quince del reinado del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, Herodes tetrarca de Galilea, su hermano Filipo tetrarca de Iturea y de la región Traconítida, y Lisanias tetrarca de Abilene, en tiempos de los sumos sacerdotes Anás y Caifás, la palabra de Dios vino sobre Juan, el hijo de Zacarías, en el desierto. Y fue por toda la región del Jordán predicando que se convirtieran y se bautizaran para que se les perdonaran los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: Voz del que grita en el desierto: preparad el camino al Señor; allanad sus senderos; todo valle será rellenado y toda montaña o colina será rebajada; los caminos tortuosos se enderezarán y los ásperos se nivelarán. Y todos verán la salvación de Dios. Lc 3, 1 -6 (Lucas 3, 1 -6)