Ciclo A Domingo XXX del Tiempo Ordinario Amars

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Ciclo A Domingo XXX del Tiempo Ordinario «Amarás al Señor, tu Dios, y a

Ciclo A Domingo XXX del Tiempo Ordinario «Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo»

Primera Lectura Éxodo 22, 20 -26 20 No maltratarás al extranjero ni lo oprimirás,

Primera Lectura Éxodo 22, 20 -26 20 No maltratarás al extranjero ni lo oprimirás, porque ustedes fueron extranjeros en Egipto. 21 No harás daño a la viuda ni al huérfano. 22 Si les haces daño y ellos me piden auxilio, yo escucharé su clamor. 23 Entonces arderá mi ira, y yo los mataré a ustedes con la espada; sus mujeres quedará viudas, y sus hijos huérfanos. 24 Si prestas dinero a un miembro de mi pueblo, al pobre que vive a tu lado, no te comportarás con él como un usurero, no le exigirás interés. 25 Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, devuélveselo antes que se ponga el sol, 26 porque es su único abrigo y el vestido de su cuerpo. De lo contrario, ¿con qué dormirá? Y si él me invoca, yo lo escucharé, porque soy compasivo. Palabra de Dios Te alabamos Señor

 «Si explotáis a viudas y huérfanos, se encenderá mi ira contra vosotros» Epopeya

«Si explotáis a viudas y huérfanos, se encenderá mi ira contra vosotros» Epopeya de la liberación de Israel que no ha termina en la salida de Egipto. El paso portentoso del Mar Rojo ha sido un momento importante. Le seguirán otros: el maná, el agua, el cruce del desierto… Destaca la imponente teofanía en el Sinaí: la majestuosa presencia de Dios en medio de su pueblo dentro del marco de una alianza.

La verdadera liberación de Israel se verifica y consuma en la convivencia, que Dios

La verdadera liberación de Israel se verifica y consuma en la convivencia, que Dios le ofrece. El Decálogo viene ofrecido en función de la auténtica libertad del hombre. Libertad personal y comunitaria como participación de la libertad salvadora de Dios. Resumido sería así: amor a Dios de todo corazón y amor al prójimo como a uno mismo. Libertad para amar y amar para crecer en divina libertad.

Imita a Dios, de quien eres imagen y semejanza, y serás, como él, hacedor

Imita a Dios, de quien eres imagen y semejanza, y serás, como él, hacedor del bien. Y al hacer el bien, crecerás, te multiplicarás y verás surgir, a tu paso y sombra, un sinfín de bondades que manifestarán e irradiarán la presencia bondadosa de Dios, tu Señor. La presencia de Dios entre nosotros y en nosotros, con su carga de amor liberador, exige de nosotros una liberación de nosotros mismos en beneficio de una salvadora liberación a los demás.

Salmo 18(17) 2 -3 a. 3 bc-4. 47. 51 a-51 b 2 Yo te

Salmo 18(17) 2 -3 a. 3 bc-4. 47. 51 a-51 b 2 Yo te amo, Señor, mi fuerza, 3 Señor, mi Roca, mi fortaleza y mi libertador, mi Dios, el peñasco en que me refugio, mi escudo, mi fuerza salvadora, mi baluarte. 4 Invoqué al Señor, que es digno de alabanza y quedé a salvo de mis enemigos. 47 ¡Viva el Señor! ¡Bendita sea mi Roca! ¡Glorificado sea el Dios de mi salvación! 51 El concede grandes victorias a su rey y trata con fidelidad a su Ungido.

 «Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza» Este salmo concentra las primera

«Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza» Este salmo concentra las primera lecturas y el evangelio que anuncia como propuesta: el amor a Dios "con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser", que quiere decir que el amor de Dios invade todos lo ámbitos de nuestra vida: todos lugares, todos los momentos, todo el pensamiento, todas las palabras, todas las acciones, todas las relaciones. . . y nuestra respuesta amorosa también hemos de darla en todas las ocasiones.

Este salmo recapitula todos los beneficios de Dios en favor de su pueblo. En

Este salmo recapitula todos los beneficios de Dios en favor de su pueblo. En la figura de David vencedor, se celebra la victoria de la humanidad del mañana contra el mal mediante la ayuda del enviado de Dios.

Segunda Lectura - I Tesalonicenses 1, 5 c-10 5 Hermanos: Ya saben cómo procedimos

Segunda Lectura - I Tesalonicenses 1, 5 c-10 5 Hermanos: Ya saben cómo procedimos cuando estuvimos allí al servicio de ustedes. 6 Y ustedes, a su vez, imitaron nuestro ejemplo y el del Señor, recibiendo la Palabra en medio de muchas dificultades, con la alegría que da el Espíritu Santo. 7 Así llegaron a ser un modelo para todos los creyentes de Macedonia y Acaya. 8 En efecto, de allí partió la Palabra del Señor, que no sólo resonó en Macedonia y Acaya: en todas partes se ha difundido la fe que ustedes tienen en Dios, de manera que no es necesario hablar de esto. 9 Ellos mismos cuentan cómo ustedes me han recibido y cómo se convirtieron a Dios, abandonando los ídolos para servir al Dios vivo y verdadero, 10 y esperar a su Hijo, que vendrá desde el cielo: Jesús, a quien él resucitó y que nos libra de la ira venidera. Palabra de Dios Te alabamos Señor

 «Abandonasteis los ídolos para servir a Dios y vivir aguardando la vuelta de

«Abandonasteis los ídolos para servir a Dios y vivir aguardando la vuelta de su Hijo» La primera carta a los Tesalonicenses es el primer escrito de Pablo. Entusiasmo en la predicación, alabanza a Dios por el éxito, gozo del Espíritu en medio de las tribulaciones. Los últimos versos señalan el kerigma primitivo: conversión del culto a los ídolos en obediencia a Dios; servicio leal al Dios de la vida -los otros dioses son dioses muertos-; mirando hacia el futuro ; resurrección de los muertos y acción salvífica que nos libra de la intervención punitiva de Dios, supremo Juez.

Somos convertidos, en estado de vital y constante conversión; en progresivo alejamiento de todo

Somos convertidos, en estado de vital y constante conversión; en progresivo alejamiento de todo aquello que, intente apartarnos del Dios revelado en Jesús; siempre en actitud servicial y en ejecución responsable de su santa voluntad, convencidos de que así nos configuramos con él. Después, la Resurrección gloriosa de su Hijo de entre los muertos, acontecimiento definitivo de salvación que nos introduce en la esperanza viva de una participación inefable en su exaltación, cuando venga desde los cielos, como Señor y Rey, a librarnos de la ira futura.

Lectura del Santo Evangelio - Mateo 22, 34 -40 34 Cuando los fariseos se

Lectura del Santo Evangelio - Mateo 22, 34 -40 34 Cuando los fariseos se enteraron de que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en ese lugar, 35 y uno de ellos, que era doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: 36 «Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley? » . 37 Jesús le respondió: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu. 38 Este es el más grande y el primer mandamiento. 39 El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 40 De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas» . Gloria a Ti, Señor Jesús Palabra de Dios

 «Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo»

«Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo» Un fariseo, se acercó con esta pregunta: “Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley? ”. Es posible que la pregunta en este caso no hubiese sido motivada por la malicia, sino por un deseo auténtico de conocer su pensamiento porque el Señor no le recrimina ninguna mala intención en su pregunta, como lo había hecho anteriormente con el impuesto al César.

En cuanto a la pregunta misma hemos de decir que las discusiones sobre la

En cuanto a la pregunta misma hemos de decir que las discusiones sobre la diversa importancia de los mandamientos eran muy frecuentes entre los maestros de la Ley. Esto se debía a que en la Ley escrita, es decir, en la Torá — cinco primeros libros de la Biblia 'Pentateuco'—, estaban contenidos 613 mandatos: 365 que prohibían y 248 acciones referentes al culto, a los sacrificios, a las fiestas, a las compras y a las ventas, a las relaciones familiares, al matrimonio, a las relaciones laborales, sociales y comerciales, sumados a cuestiones higiénicas, alimenticias, funerarias, etc.

A esta Ley escrita, la ‘tradición’ posterior y, sobre todo, la escuela farisea, había

A esta Ley escrita, la ‘tradición’ posterior y, sobre todo, la escuela farisea, había añadido centenares de nuevos preceptos. Para los maestros de la Ley no todos los preceptos eran iguales en importancia. Los dividían en preceptos “ligeros” y “graves”. ¿Cuál sería el más importante de todos los mandamientos para Jesús?

Para el Señor el más “grave” o de mayor peso es el mandamiento contenido

Para el Señor el más “grave” o de mayor peso es el mandamiento contenido en el Shemá Israel ( “Escucha Israel”), primeras palabras y nombre de una de las principales oraciones que todo israelita varón, debía recitar dos veces al día, expresando su fe en y adhesión a un único Dios (Dt 6, 4 -5): «“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser”» . Las expresiones “corazón”, “alma” y “ser”, son formas semíticas de decir globalmente lo mismo. Este mandato del amor de Dios era fundamental. Sin embargo, una equivocada comprensión del mismo llevaba a muchos rabinos a darle una importancia excesiva a otras cosas secundarias de la misma Ley.

Sin embargo, añade inmediatamente: «El segundo es semejante a él: “Amarás a tu prójimo

Sin embargo, añade inmediatamente: «El segundo es semejante a él: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”» . Este segundo mandamiento también estaba contenido en la Torá (Lev 19, 18). Al decir “semejante” quiere decir “de igual valor”, de igual importancia, de igual peso y necesidad de obediencia.

Ambos preceptos, profundamente entrelazados, inseparables el uno del otro, forman para Él el “máximo”

Ambos preceptos, profundamente entrelazados, inseparables el uno del otro, forman para Él el “máximo” mandamiento que está por encima de cualquier rito u ofrecimiento: «vale más que todos los holocaustos y sacrificios» . Concluye el Señor afirmando solemnemente que “estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas. ” Estos dos principios fundamentales y vitales son los que revelan el verdadero espíritu del que está animada toda la enseñanza divina.

Gracias Señor por tu Palabra purificadora, que ilumina, alimenta, enriquece, alegra, consuela y compromete.

Gracias Señor por tu Palabra purificadora, que ilumina, alimenta, enriquece, alegra, consuela y compromete. Concédenos vivir conforme a ella.

¿CUÁL ES MI PRINCIPAL MANDAMIENTO, JESÚS? ¿Amar, aun a riesgo de perder o ser

¿CUÁL ES MI PRINCIPAL MANDAMIENTO, JESÚS? ¿Amar, aun a riesgo de perder o ser amado, buscando mi egoísmo personal? ¿Amar, respetando y queriendo lo del otro o, por el contrario, buscar un amor a la carta contraprestaciones y con diversos colores de placer? Tengo, tanto miedo, de que no sea el tuyo. De no amar a Dios como Tú lo amas. De no servirle como Tú lo haces. De no buscarle por los caminos por lo que Tú me invitas a seguirte. Digo amar a Dios…. y me amo a mi mismo. Digo entregarme a Dios…y me busco a mí mismo. Digo soñar con Dios…. y pienso en mi propio paraíso. Ayúdame, Señor, a descubrirlo. A que, el único y trascendente, sea brindar a Dios, mi existencia y mi adoración, mis ilusiones y mis esperanzas, mi compromiso y mis anhelos de fraternidad. Ayúdame, Señor, a que tus mandamientos sean los míos. Que no sean sólo ley, sino convencimiento. Que no sean letra impresa, sino corazón abierto. Que te amé no por obligación y sí por necesidad de Ti. Y ahora, Señor, respóndeme lo que de antemano ya sé: El amor a Dios empuja a darse con el hermano y, en el hermano, es donde puedo también alcanzar el amor divino que sale a mi encuentro. ¡Gracias, Señor! Oración: P. Javier Leoz

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Si deseas recibir el Evangelio del Domingo envía un correo a: siembraconmigo@gmail. com Con el título: “Suscripción a Siembra Sagrada” Servicio Gratuito con Fines Educativos