Canto de Entrada Canto Procesional de Ofrendas Canto

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�Canto de Entrada �Canto Procesional de Ofrendas �Canto de Comunión �Canto de Envío *Estos

�Canto de Entrada �Canto Procesional de Ofrendas �Canto de Comunión �Canto de Envío *Estos se complementan con los “Cantos del Ordinario de la Misa”: Kyrie (Señor, ten piedad), Gloria, Aleluya, Santo y Cordero de Dios entre otros.

CANTO PROCESIONAL DE ENTRADA

CANTO PROCESIONAL DE ENTRADA

� El canto de entrada nace en Roma en torno al siglo IV-V (300

� El canto de entrada nace en Roma en torno al siglo IV-V (300 -400 d. C. ). � Con la paz constantiniana, la Iglesia pudo gozar de libertad y de paz y el culto comenzó a celebrarse con mayor solemnidad; aumentan los cristianos, se construyen basílicas (basílica = casa del rey) amplias y majestuosas. � Hasta entonces, el culto cristiano era muy sencillo y la misa comenzaba, después de un breve saludo, por las lecturas, como comienza hoy el Viernes Santo.

� San Agustín nos describe el comienzo de la Misa de pascua en el

� San Agustín nos describe el comienzo de la Misa de pascua en el año 426 d. C. en Hipona: “Nos dirigimos hacia el pueblo: la Iglesia estaba abarrotada, los gritos de alegría resonaban en ella: ¡Gracias a Dios! ¡Dios sea alabado! Nadie se estaba callado… Saludé al pueblo: las aclamaciones volvieron a iniciarse con un ardor multiplicador. Por fin se hizo silencio y se leyó el pasaje de las divinas escrituras que tenía relación con la fiesta. ” San Agustín, Civitas Dei, 22, 8, 22.

� El origen más remoto de este canto puede estar en la entrada del

� El origen más remoto de este canto puede estar en la entrada del emperador romano a su palacio. Cuando éste entraba, todos se ponían de pie al sonido de las trompetas. � Luego de la paz constantiniana y que el mismo Constantino el Grande (emperador romano), regalara a la Iglesia algunos de sus palacios para la celebración de los sagrados misterios, se conservó la costumbre de elevar una aclamación de pie al ingresar el Papa ó el Obispo a la Basílica. � El canto de entrada ó el Introito, solemnizaba la entrada del Papa y su cortejo.

� El Liber Pontificalis, documento del siglo VI (500 d. C. ), nos informa

� El Liber Pontificalis, documento del siglo VI (500 d. C. ), nos informa que el introito ya se consideraba como una institución antigua de la Iglesia y de que el texto se tomaba del libro de los salmos. � Se cantaba de forma antifonal*, alternando dos coros en los versículos, pero precedido cada salmo de una antífona cantada por un grupo reducido de cantores o por un solista. *Forma antifonal: Antífona/Salmo/Antífona

� En el siglo X (900 d. C. ), al modificarse el rito de

� En el siglo X (900 d. C. ), al modificarse el rito de entrada, que consistía en el rezo ante las gradas del salmo 42 (Me acercaré al altar de Dios, al Dios que es mi gozo y mi alegría); además de la introducción del “Yo confieso” y la construcción de sacristías en las iglesias, el sacerdote ya no se reviste en el fondo de la Iglesia. � Esto hace que el introito deje de ser un canto de entrada, es decir, de acompañamiento del sacerdote al altar, para convertirse en un canto con el cual se abre la celebración.

� La Instrucción General del Misal Romano, dice al respecto: “. . . todo

� La Instrucción General del Misal Romano, dice al respecto: “. . . todo lo que precede a la Liturgia de la Palabra (los ritos iniciales) tiene el carácter de exordio, introducción, preparación. La finalidad de estos ritos es hacer que los fieles reunidos constituyan una comunidad y se dispongan a oír como conviene la Palabra de Dios y a celebrar dignamente la Eucaristía. ” (IGMR #24)

�Y más específicamente: “ Reunidos el pueblo, mientras entra el sacerdote con sus ministros,

�Y más específicamente: “ Reunidos el pueblo, mientras entra el sacerdote con sus ministros, se da comienzo al canto de entrada. El fin de este canto es abrir la celebración, fomentar la unión de quienes se han reunido y elevar sus pensamientos a la contemplación del misterio litúrgico o de la fiesta, introduciendo o acompañando la procesión del sacerdote y ministros”. (IGMR 25)

� El cántico de entrada, por tanto, invita a la gente a entrar al

� El cántico de entrada, por tanto, invita a la gente a entrar al Templo y crea una atmósfera de celebración. � Debe iniciar tan pronto el sacerdote y los demás ministros (si los hubiera), estén listos para entrar; justo al terminar de leerse la monición de entrada (si es que hay). � El cántico debe terminar tan pronto el Sacerdote haya llegado a la Sede para iniciar la celebración.

� Si en la Eucaristía se emplea el incienso, el canto de entrada debe

� Si en la Eucaristía se emplea el incienso, el canto de entrada debe acompañar la incensación del altar y finalizar cuando el sacerdote ha llegado a la sede presidencial. � En este punto, lo importante es no prolongar innecesariamente el canto, haciendo esperar mucho tiempo al sacerdote. � En caso de ser necesario, unos segundos de cortesía para terminar la estrofa ya empezada son de sentido común y muy convenientes.

� Un buen canto de entrada es aquel que por su texto y melodía,

� Un buen canto de entrada es aquel que por su texto y melodía, contribuye a conseguir la doble meta de avivar la conciencia de comunidad de creyentes y prepararlos a participar de la Mesa de la Palabra y de la Eucaristía. � El canto de entrada no es un rito en sí mismo. Su carácter es funcional ya que acompaña al rito de la procesión de entrada, lo embellece, lo enmarca y establece la pauta y ambiente adecuado para toda la celebración.

� Debe tener más carácter de marcha, de himno, que de meditación. � El

� Debe tener más carácter de marcha, de himno, que de meditación. � El texto ha de reflejar la alegría de reunirse, de celebrar, festejar el día del Señor, invitándonos a la unión, a sentirnos comunidad, a implicarnos en la celebración motivándonos a participar activamente. � El canto de entrada no es para ser escuchado o meditado, sino para ser cantado.

� Música y texto han de compenetrarse mutuamente. No podemos cantar un texto triste

� Música y texto han de compenetrarse mutuamente. No podemos cantar un texto triste con una música alegre. Por ejemplo: ◦ “Dolorosa, de pie junto a la cruz”, con ritmo merengue, swing o rock. ◦ Vamos caminando procesionalmente al altar y cantamos: “No podemos caminar…”. ◦ El pueblo está contento y alegre y elegimos: “El pueblo gime de dolor”, entre otros.

� Posibilidades de Ejecución: ◦ Himno estrófico con estribillo ◦ Himno estrófico cantado por

� Posibilidades de Ejecución: ◦ Himno estrófico con estribillo ◦ Himno estrófico cantado por todos ◦ Salmo con antífona-respuesta. � Como en los otros cantos de la Eucaristía, la letra del canto de entrada, debe estar escrita en plural, por ejemplo: “Juntos como hermanos, Somos un pueblo que camina, Vamos cantando al Señor”, etc. , de manera que se evidencie, que es el cuerpo de la Iglesia, el que está reunido para celebrar a su Señor y a su Esposo.

� Entonar con claridad la parte del pueblo. Es conveniente siempre un ensayo previo.

� Entonar con claridad la parte del pueblo. Es conveniente siempre un ensayo previo. � No cambiarlo con demasiada frecuencia. Es conveniente sostener el mismo canto de entrada, durante un tiempo razonable para que la Asamblea logre retenerlo ya como repertorio. � Calcular su duración hasta que todos los ministros lleguen a su sitio. � Estar siempre atentos a la participación del pueblo. � No omitirlo aún cuando se haya tocado una ambientación instrumental. Por ejemplo una marcha nupcial aprobada, en el caso de los matrimonios.

1. 2. 3. 4. 5. Alegre la mañana. (Juan Antonio Espinosa) Alegría de vivir.

1. 2. 3. 4. 5. Alegre la mañana. (Juan Antonio Espinosa) Alegría de vivir. (M. de Terry) Reunidos en el nombre del Señor. (Francisco Palazón) Como el ciervo. (Alejandro Mejía) Un pueblo que camina. (Emilio Vicente Mateú)

CANTO PROCESIONAL DE OFRENDAS

CANTO PROCESIONAL DE OFRENDAS

� En un principio, la presentación de las ofrendas se hacía en silencio. �

� En un principio, la presentación de las ofrendas se hacía en silencio. � Ya desde el siglo IV se introdujo la costumbre de cantar un salmo en el modo antifonal. � Tuvo su origen en Cartago (África) y pronto pasó a Roma. � No tardó en sustituirse la forma antifónica por un canto responsorial, tal vez para facilitar a los cantores la participación en la procesión, tal vez porque para expresar la alegría de la fiesta se conseguía más fácilmente con las melodías.

� Es posible que ésta fuese la razón de cortar el salmo para ganar

� Es posible que ésta fuese la razón de cortar el salmo para ganar tiempo y cantar los versículos con melodías más ricas y repetir como estribillo la antífona. �A partir del siglo XI se fue reduciendo el salmo, hasta quedar sólo la antífona. Melódicamente, es la pieza en que los cantores ponían mayor virtuosismo en la ejecución.

� Este momento de la Liturgia Eucarística, no es para ofrecer, sino para preparar

� Este momento de la Liturgia Eucarística, no es para ofrecer, sino para preparar la mesa del altar. Por tanto, es un momento de serena distensión y reposo, un espacio contemplativo. � La Instrucción General del Misal Romano, describe este momento, de la siguiente manera: “Al comienzo de la liturgia Eucarística se llevan al altar los dones que se convertirán en el Cuerpo y Sangre de Cristo. Continúa…

En primer lugar, se prepara el altar o la mesa del Señor, que es

En primer lugar, se prepara el altar o la mesa del Señor, que es el centro de toda la liturgia eucarística, y entonces se colocan sobre él, el corporal, el purificador, el cáliz y el misal. Se traen a continuación las ofrendas: es de desear que el pan y el vino lo presenten los fieles. El sacerdote o el diácono saldrá a recibirles a un sitio oportuno y lo dispondrá todo sobre el altar, mientras pronuncia las fórmulas establecidas. Continúa…

Aunque los fieles no traigan pan y vino suyo con este destino litúrgico, como

Aunque los fieles no traigan pan y vino suyo con este destino litúrgico, como se hacía antiguamente, el rito de presentarlos, conserva igualmente todo su sentido y significado espiritual. También se puede aportar dinero u otras donaciones para los pobres o para la iglesia, que los fieles mismos pueden presentar o que pueden ser recolectados en la nave de la iglesia, y que se colocan en el sitio oportuno, fuera de la mesa eucarística”. (OGMR 49)

� Según la Instrucción General del Misal Romano, no se trata este momento propiamente

� Según la Instrucción General del Misal Romano, no se trata este momento propiamente de un Ofertorio, pues todavía no se está ofreciendo nada; eso vendrá más adelante, concretamente en la Plegaria Eucarística; es más bien, el momento de preparar el altar y presentar en él todo lo necesario para la liturgia Eucarística. � La IGMR presenta el canto de la siguiente manera:

“Acompaña a esta procesión en que se llevan las ofrendas, el canto del ofertorio,

“Acompaña a esta procesión en que se llevan las ofrendas, el canto del ofertorio, que se alarga por lo menos hasta que los dones han sido depositados sobre el altar. Las normas sobre el modo de ejecutar este canto son las mismas dadas para el canto de entrada”. (IGMR, 50)

� El canto acompaña la procesión y la presentación de las ofrendas. Concluye normalmente,

� El canto acompaña la procesión y la presentación de las ofrendas. Concluye normalmente, cuando los dones han sido depositados sobre el altar. � Si se emplea incienso en este momento, el canto finalizará hasta que la Asamblea haya sido incensada. � Se puede prolongar durante la presentación de los dones. Por tanto, cuando no hay procesión y presentación de ofrendas, el rito es muy corto, y no hay lugar para el canto.

� Si cantamos en la presentación de ofrendas, el canto debe tener un sentido

� Si cantamos en la presentación de ofrendas, el canto debe tener un sentido comunitario de unidad, de caridad con los hermanos más necesitados, de manera que el canto proyecte luz sobre el significado de la colecta y la presentación de los dones. � Se deben evitar aquellos cantos que tienen un sentido exclusivamente ofertorial (por ejemplo: Te ofrecemos Padre nuestro; Señor te ofrecemos el vino y el pan, etc. , ) dado que éste no es el recto sentido de este rito de presentación de dones.

� El canto procesional de ofrendas se justifica cuando precisamente dichas ofrendas son presentadas

� El canto procesional de ofrendas se justifica cuando precisamente dichas ofrendas son presentadas por los fieles. SÍ no hay procesión, la asamblea guarda silencio. � El sentido de estos ritos es, por lo tanto, alabar a Dios por los dones que hemos recibido de su generosidad y, a la vez, poner nuestros bienes al servicio de los pobres.

� Los cantos pueden expresar la entrega a Dios de nuestra vida simbolizada en

� Los cantos pueden expresar la entrega a Dios de nuestra vida simbolizada en el pan y el vino, fruto de nuestro esfuerzo, o en los otros tipos de ofrendas que hacemos. � También el canto podría expresar la alegría de nuestra fraternidad cristiana reunida en torno a Cristo, o bien prolongar el contenido entregado por Dios en la palabra o el que se esta viviendo en determinado tiempo litúrgico.

� No utilizar cantos de petición que repitan el contenido de la oración Universal,

� No utilizar cantos de petición que repitan el contenido de la oración Universal, ni cantos sacrificiales que expresen la ofrenda del sacrificio a Dios. � Se podría ejecutar una pieza instrumental, durante este momento. Esta pieza debe ser aprobada por la autoridad competente (Conferencia Episcopal de Costa Rica).

1. 2. 3. 4. 5. Bendito seas, Señor. Francisco Palazón. Acepta, Señor. Desconocido. Donde

1. 2. 3. 4. 5. Bendito seas, Señor. Francisco Palazón. Acepta, Señor. Desconocido. Donde hay caridad y amor. Joaquín Madurga. Como el Padre me amó. Kairoy. Si me falta el amor. Francisco Palazón.

CANTO PROCESIONAL DE COMUNIÓN

CANTO PROCESIONAL DE COMUNIÓN

� Es el procesional de la Misa más antiguo y el que durante más

� Es el procesional de la Misa más antiguo y el que durante más tiempo se ha conservado. � Comenzó a introducirse en algunas iglesias en el siglo IV (300 d. C. ), y en la Iglesia de Roma aparece definitivamente admitido en el siglo V (400 d. C. ). � En los comienzos era siempre el salmo 33, con su antífona: “Gustad y ved que bueno es el Señor”. � A partir del siglo VI (500 d. C. ) comenzó a variar de texto, pero continuó cantándose hasta el siglo XII (1100 d. C. ), durante el caminar de los fieles, acercándose a la comunión.

� Al reducirse el número de fieles comulgantes, el salmo fue perdiendo versos, hasta

� Al reducirse el número de fieles comulgantes, el salmo fue perdiendo versos, hasta quedar sólo la antífona. � Esta antífona, a partir del siglo XII (1100 d. C. ), la cantaban, después de comulgar, el sacerdote y los fieles, por lo que se consideraba de acción de gracias y pasó a llamarse postcommunio.

� La Instrucción General del Misal Romano, presenta el canto procesional de Comunión, de

� La Instrucción General del Misal Romano, presenta el canto procesional de Comunión, de la siguiente manera: “Mientras sacerdote y fieles reciben el Sacramento, tiene lugar el canto de comunión, canto que debe expresar, por la unión de las voces, la unión espiritual de quienes comulgan, demostrar, al mismo tiempo, y hacer más fraternal la procesión de los que van avanzando para recibir el Cuerpo de Cristo. El canto se comienza cuando comulga el sacerdote, y se prolonga mientras comulgan los fieles hasta el momento que parezca oportuno. Continúa…

En el caso de que se cante un himno Después de la comunión, ese

En el caso de que se cante un himno Después de la comunión, ese canto conclúyase a tiempo. Se puede emplear o la antífona del Gradual Romano, con salmo o sin él, o la antífona con el salmo del Gradual Simplex, o algún otro canto adecuado, aprobado por la Conferencia Episcopal. Lo cantan los cantores solos o también los cantores, o uno de ellos, con el pueblo. Si no hay canto, la antífona propuesta por el Misal es rezada por los fieles, o por algunos de ellos, o por un lector, o, en último término, la recitará el mismo sacerdote, después de haber comulgado y antes de distribuir la comunión a los fieles”. (IGMR 56, i)

� Cuando se ha terminado de distribuir la Comunión, pueden orar un rato recogidos.

� Cuando se ha terminado de distribuir la Comunión, pueden orar un rato recogidos. Si se prefiere, puede también cantar toda la asamblea un himno, un salmo o algún otro canto de alabanza”. (IGMR, 56, j) � Este himno de acción de gracias es distinto del canto de comunión. � Su duración no depende del tiempo que dure la distribución de la comunión. � Su carácter es distinto, y ha de ser cantado por toda la asamblea, sin tanto protagonismo de solistas y coro.

� Es un canto para ser compartido por toda la asamblea cuando ésta no

� Es un canto para ser compartido por toda la asamblea cuando ésta no hace silencio sereno y reposado para saborear y agradecer personal y comunitariamente, el don recibido. � Este himno o canto de acción de gracias es muy apropiado para comunidades pequeñas; al ser pocos los comulgantes no hay tiempo material para un canto de comunión. � Se comulga en silencio y, una vez terminada la comunión, cantan todos el himno.

� Que sea un canto que manifieste la alegría de sentirse hijo de Dios.

� Que sea un canto que manifieste la alegría de sentirse hijo de Dios. � Que exprese también el misterio Eucarístico que se está recibiendo y el ser comunidad que produce la Eucaristía. � Puede basarse o desarrollar la antífona de la comunión que propone el Misal Romano. � Es un canto propio de la Asamblea. � Después de la comunión, debe fomentarse el silencio, éste puede alternarse con un canto de acción de gracias.

1. 2. 3. 4. 5. Comiendo del mismo pan. Joaquín Madurga. Danos tu pan.

1. 2. 3. 4. 5. Comiendo del mismo pan. Joaquín Madurga. Danos tu pan. Emilio Vicente Mateú. Acerquémonos al altar. Francisco Palazón. Fiesta del Banquete. Carmelo Erdozáin. El Viñador. Cesáreo Gabaraín.

CANTO DE ENVÍO

CANTO DE ENVÍO

� Este canto no es litúrgico, pues con la bendición y las palabras de

� Este canto no es litúrgico, pues con la bendición y las palabras de despedida del sacerdote, concluye la Eucaristía; pero este canto puede acompañar la procesión de salida, si es que se ha formado. � Es un canto que debe manifestar la alegría, la acción de gracias y el compromiso de vivir el Misterio que se ha celebrado. � En las fiestas de la Virgen María, se pueden entonar cantos marianos.

� Es propio de la Asamblea. � Este canto puede sustituirse por alguna marcha

� Es propio de la Asamblea. � Este canto puede sustituirse por alguna marcha instrumental, debidamente aprobada por la Conferencia Episcopal. � Durante la Cuaresma, es preferible suprimir este canto, para evidenciar con el silencio, el tiempo de penitencia y austeridad que vive la Iglesia.

1. 2. 3. 4. 5. Gracias, Señor. Cesáreo Gabaraín. Cántico de María. Alejandro Mejía.

1. 2. 3. 4. 5. Gracias, Señor. Cesáreo Gabaraín. Cántico de María. Alejandro Mejía. Te den Gracias. Eduardo de Zayas. Madre de nuestro pueblo. Emilio V. Mateú. Te damos gracias, Señor. Juan Ant. Espinosa.

Pbro. Francisco Morales / pax 19724@hotmail. com Sr. José Antonio Mora / jantmora@gmail. com

Pbro. Francisco Morales / pax 19724@hotmail. com Sr. José Antonio Mora / jantmora@gmail. com Sr. David M. Ureña / cantosdelordinario@gmail. com Horario de atención: Lunes y Martes de 8 am - 4 pm, Miércoles de 8 am - 12 md Curia Metropolitana, costado sur de la Catedral Teléfono (Curia):