Breve historia del Himno Nacional Mexicano Hace unos
Breve historia del Himno Nacional Mexicano
Hace unos días pregunté a mis alumnos que sentían al escuchar el Himno Nacional. Me sorprendí cuando algunos respondieron que sólo era una canción más. Me pregunto cuánta responsabilidad tenemos los adultos de que muchos de los pequeños y de los jóvenes piensen o sientan así, y no sólo por el himno, también por nuestra hermosa bandera y por el Escudo Nacional, que son los símbolos que nos unen a todos los mexicanos. Tal vez se deba a que nosotros mismos ignoramos la historia de cada uno de ellos o hemos hecho que parezcan sólo símbolos intangibles, olvidando que atrás de ellos hubo niñas y niños, mujeres y hombres que contribuyeron con su trabajo, con su esfuerzo, con pasión, optimismo y amor, para consolidar la nación mexicana.
Estos símbolos son nuestros; estemos donde estemos, en México o en otro país, ver ondear la Bandera Mexicana o escuchar el Himno Nacional, nos da un sentido de pertenencia, de identidad nacional, porque estos emblemas somos nosotros mismos. No son cosas, somos los mexicanos, los que vivimos aquí y los que residen en el extranjero, los de antes, los de ahora y los que vendrán; arropados por nuestra preciosa enseña con sus tres colores verde, blanco y rojo, envueltos en los versos de un poema acompañado de una bella composición musical. Además nuestro Escudo Nacional, con su hermosa leyenda que nos cuenta como en un islote, un águila posada sobre un nopal, devorando una serpiente, fue la señal que originó el inicio de la gran nación que es nuestra patria, crisol donde se funden los pueblos prehispánicos y surge el mestizaje que conforma el México de hoy. Sea pues esta presentación, un pequeño homenaje para a todos aquellos que contribuyeron a crear nuestro Himno Nacional Mexicano.
Himno Nacional Mexicano
La historia del Himno Nacional Mexicano no es solamente la de una bella y vibrante creación poética y una brillante composición musical de las mismas cualidades, sino el anhelo espiritual de nuestro pueblo, que revela su temperamento poético, musical y profundamente heroico. También expresa los sentimientos de los mexicanos en diferentes momentos de la historia del país, y nos identifica como miembros de una nación que siempre ha luchado por mantenerse libre y soberana. Su letra y su música tienen antecedentes remotos, pues desde la época de la guerra de Independencia, los soldados insurgentes entonaban canciones para sentirse unidos en el fragor del combate. Durante muchos años se realizaron varios intentos para contar con un himno, pero ninguna composición poética recibía la aceptación general. En el año de 1849, el pianista austriaco Henry Hertz, que se encontraba en México, manifestó su extrañeza de que un país tan lleno de historia y gestas heroicas no tuviera himno nacional, por lo que se ofreció a componerlo, fue entonces cuando la Junta Patriótica lanzó una convocatoria abierta a un concurso literario avalado por la Academia de Letrán, teniendo como jurado a un conjunto de notables entre los que se encontraba Don Andrés Quintana Roo. Los nombres de los ganadores fueron Andrés Darío Bradburn y Félix María Escalante, pero hasta ahí llegó el proyecto y poco después quedó en el olvido.
En 1853, siendo presidente Antonio López de Santa Anna, el Gobierno de la República convocó a otro concurso en el que ofrecía un premio “… a la mejor composición poética que pueda servir de letra a un canto verdaderamente patriótico” y sea “ la creación de un Himno Nacional”. Francisco González Bocanegra, que tenía 29 años (oriundo de San Luis Potosí, vivía y trabajaba en la ciudad de México), fue animado por sus amigos a participar, pero él se negaba pues creía no poseer el talento para triunfar. Decía que una cosa era escribir versos para la mujer amada y otra tener la inspiración para escribir un himno a la patria. Sin embargo, estando en casa de su novia, Guadalupe González del Pino y ante su cariñosa insistencia, entregándole pluma, papel y tinta, encerrándolo en una habitación de la casa, a manera de juego, fue que los versos del himno nacional se escribieron. Una vez terminados los pasó por debajo de la puerta para que los recibiera y le permitiera salir, siendo ella misma quien se encargó de enviar el poema al concurso. Sra. Guadalupe González del Pino Vda. De González Bocanegra, varios meses después del fallecimiento del poeta.
La casa donde se escribió el Himno Nacional Mexicano, se encuentra ubicada aún en la calle de Tacuba número 48, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, cuando fue escrito el himno la calle se llamaba Santa Clara y le correspondía el número 6.
El 5 de febrero de 1854, el Diario Oficial de la Nación, dio a conocer el resultado del certamen: De entre 25 concursantes, Francisco González Bocanegra era nombrado el gran triunfador. Se tenía ya la letra, pero aún faltaba la música, entonces se pidió al músico italiano Juan Bettesini que la compusiera para que el himno fuera cantado por primera vez el día 17 de mayo de 1854. El acontecimiento fue anunciado con bombo y platillo, pero resultó una decepción, la música carecía de entusiasmo, de vida, de fuego, así que se convocó a un nuevo concurso para obtener la música más adecuada a tan magistrales versos. Ganó el premio el compositor español, Jaime Nunó, tenía también 29 años, natural de San Juan de las Abadesas (Gerona). Trabajaba en México como director de Bandas de Música Militares; había llegado de Cuba poco tiempo atrás en virtud del nombramiento que Antonio López de Santa Anna le había hecho, cuando lo conoció en aquella isla. Ya con la letra y la música, el Himno Nacional Mexicano, se estrenó la noche del 15 de septiembre de 1854 en el Gran Teatro Santa Anna, el tenor Salvi lo cantó por primera vez en público durante la ceremonia para conmemorar el inicio de la Guerra de Independencia, los autores fueron aplaudidos con grandes expresiones de júbilo por parte de todos los asistentes.
Partitura conforme a la 1ª Edición publicada en 1854.
En numerosas ocasiones se han expresado opiniones sobre su carácter bélico, pero no debemos olvidar que en la época en que fue escrito, México había sufrido un largo periodo de luchas para lograr su independencia, incontables rebeliones armadas contra diferentes gobiernos, ya en el México independiente. Un intento de reconquista por parte de España, una guerra contra Francia y otra contra Estados Unidos, cuyo resultado fue que México perdiera más de la mitad de su territorio. Todo esto se refleja en la letra y en la música de fuerte carácter marcial. En 1864, cuando el Presidente Benito Juárez pasó por Monterrey, Nuevo León, le propusieron la modificación de algunos aspectos del himno, pero él con firmeza respondió: “Ni una sola nota, ni una sola palabra, se modifique al Himno Nacional”.
Originalmente, el himno está compuesto por un coro y 10 estrofas, sin embargo en 1947 la Secretaría de Educación Pública autorizó una edición en la que se eliminaron las estrofas IV y VII, ya que en la cuarta se glorifica a Santa Anna, quien era el Presidente cuando fue escrito el himno, y en la séptima se invoca el nombre de Iturbide, primer gobernante del México Independiente. Es así como se establece que el Himno Nacional no debe mencionar a ninguna persona en particular, ya que ocupa un lugar muy por encima de toda veleidad política y bandera partidista. A partir de la Ley del 29 de diciembre de 1983, se cantan solamente el coro y cuatro estrofas ( I, V, VI y X ), en la ceremonia de honores a la bandera en las escuelas de todo el país, así como en eventos o ceremonias oficiales, quedando absolutamente prohibido ejecutarlo para cualquier fin comercial.
Don Francisco González Bocanegra, nació en San Luís Potosí, México, el día 8 de enero de 1824. Sufrió las consecuencias de las continuas guerras civiles, murió de tifo el 11 de abril de 1861. Don Jaime Nunó, nació el 8 de septiembre de 1824 en Gerona, España. Falleció el 18 de julio de 1908 en la ciudad de Nueva York; en 1942 sus cenizas fueron llevadas a la Ciudad de México para ser depositadas, junto a las de Don Francisco González Bocanegra, en la Rotonda de los Hombres Ilustres.
El Himno Nacional Mexicano, merece todo nuestro respeto; debe cantarse y escucharse de pie, con solemnidad, ya que manifiesta la unión de los mexicanos. También nos recuerda que nuestro país se forjó en la adversidad para construir una gran nación y un mejor futuro. HIMNO NACIONAL MEXICANO original , año 1854) Coro Mexicanos, al grito de guerra el acero aprestad y el bridón, y retiemble en sus centros la tierra al sonoro rugir del cañón. I Ciña ¡Oh Patria! tus sienes de oliva de la paz el arcángel divino, que en el cielo tu eterno destino, por el dedo de Dios se escribió; Mas si osare un extraño enemigo, profanar con su planta tu suelo, piensa ¡Oh Patria querida! que el cielo un soldado en cada hijo te dio. Coro II En sangrientos combates los viste por tu amor palpitando sus senos, arrostrar la metralla serenos, y la muerte o la gloria buscar. Si el recuerdo de antiguas hazañas de tus hijos inflama la mente, los laureles del triunfo, tu frente volverán inmortales a ornar. Coro (Letra
III Como al golpe del rayo la encina se derrumba hasta el hondo torrente, la discordia vencida, impotente, a los pies del arcángel cayó. Ya no más de tus hijos la sangre se derrame en contienda de hermanos sólo encuentra el acero en tus manos quien tu nombre sagrado insultó. Coro IV Del guerrero inmortal de Zempoala te defienda la espada terrible, y sostiene su brazo invencible tu sagrado pendón tricolor. El será el feliz mexicano en la paz y en la guerra el caudillo, porque él supo sus armas de brillo circundar en los campos de honor. V ¡Guerra, guerra sin tregua al que intente de la patria manchar los blasones! ¡Guerra, guerra! Los patrios pendones en las olas de sangre empapad. ¡Guerra, guerra! En el monte, en el valle los cañones horrísonos truenen, y los ecos sonoros resuenen con las voces de ¡Unión! ¡Libertad! Coro VI Antes, patria, que inermes tus hijos bajo el yugo su cuello dobleguen, tus campiñas con sangre se rieguen, sobre sangre se estampe su pie. Y tus templos, palacios y torres se derrumben con hórrido estruendo, y tus ruinas existan diciendo: de mil héroes la Patria aquí fue. Coro
VII Si a la lid contra hueste enemiga nos convoca la trompa guerrera, de Iturbide la sacra bandera ¡Mexicanos! valientes seguid. Y a los fieros bridones les sirvan las vencidas enseñas de alfombra; los laureles del triunfo den sombra a la frente del bravo adalid. Coro VIII Vuelva altivo a los patrios hogares el guerrero a contar su victoria, ostentando las palmas de gloria que supiera en la lid conquistar. Tornaránse sus lauros sangrientos en guirnaldas de mirtos y rosas, que el amor de las hijas y esposas también sabe a los bravos premiar. Coro IX Y el que al golpe de ardiente metralla de la patria en las aras sucumba, obtendrá en recompensa una tumba donde brille de gloria la luz. Y de Iguala la enseña querida a su espada sangrienta enlazada, de laurel inmortal coronada, formará de su fosa la cruz. Coro X ¡Patria! tus hijos te juran exhalar en tus aras su aliento, si el clarín con su bélico acento, los convoca a lidiar con valor. ¡Para ti las guirnaldas de oliva! ¡Un recuerdo para ellos de gloria! ¡Un laurel para ti de victoria! ¡Un sepulcro para ellos de honor! Coro
Himno Nacional Mexicano (Ley del 29 de diciembre de 1983, música y letra) Coro Mexicanos, al grito de guerra el acero aprestad y el bridón y retiemble en sus centros la tierra al sonoro rugir del cañón. I III Ciña ¡Oh Patria! tus sienes de oliva de la paz el arcángel divino que en el cielo tu eterno destino por el dedo de Dios se escribió. Mas si osare un extraño enemigo profanar con su planta tu suelo piensa ¡Oh Patria querida! que el cielo un soldado en cada hijo te dio. Antes, patria, que inermes tus hijos bajo el yugo su cuello dobleguen, tus campiñas con sangre se rieguen, sobre sangre se estampe su pie. Y tus templos, palacios y torres se derrumben con hórrido estruendo y sus ruinas existan diciendo: de mil héroes la patria aquí fue. Coro II IV ¡Guerra, guerra sin tregua al que intente de la patria manchar los blasones! ¡Guerra, guerra! los patrios pendones en las olas de sangre empapad. ¡Guerra, guerra! en el monte, en el valle los cañones horrísonos truenen, y los ecos sonoros resuenen con las voces de ¡Unión! ¡Libertad! ¡Patria! tus hijos te juran exhalar en tus aras su aliento sí el clarín con su bélico acento los convoca a lidiar con valor. ¡Para ti las guirnaldas de oliva! ¡Un recuerdo para ellos de gloria! ¡Un laurel para ti de victoria! ¡Un sepulcro para ellos de honor! Coro
Porque nadie ama lo que no conoce… Reenvíalo. Por amor a México. Música: Don Porfirio (Obertura) Autor: Daniel Catán Interpreta: Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México. Himno Nacional Mexicano Interpreta: Música y Coros, Orquesta Sinfónica Nacional. laurafuentesrosas@hotmail. com
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