BARCOS DE LA ANTIGEDAD Muchos pueblos de la
BARCOS DE LA ANTIGÜEDAD
Muchos pueblos de la antigüedad usaron el mar como autopistas para llevar sus ejércitos y extender sus fronteras. Y en su empeño construyeron barcos gigantescos e impresionantes, utilizando e incluso sobrepasando la capacidad técnica de su época.
EL BARCO INCENDIARIO FENICIO En el siglo IV a. C. , Alejandro Magno asedió la ciudad fenicia de Tiro. Enclavada en una isla, Alejandro hizo construir una pasarela desde la costa para trasladar torres de asedio con las que atacar las murallas, pero los fenicios contraatacaron con un barco incendiario. Adaptaron un viejo carguero en cuya parte delantera cargaron gran cantidad de ramas y combustible con dos grandes depósitos de aceite. Dirigieron el barco hacia la pasarela por la que estaban trasladando las torres de asedio, incendiaron el combustible y, al chocar con la pasarela los depósitos de aceite se derramaron sobre el combustible produciendo una deflagración de más de cien metros de ancho. Pero el contenido de los depósitos no era aceite normal. Se cree que usaron algún compuesto de grasa animal, cera de abeja o alguna fórmula desconocida que se pegaba allí donde cayera y que flotaba y seguía ardiendo sobre el agua.
EL DRAKAR VIKINGO Hace 1. 200 años los pueblos escandinavos iniciaron una serie de viajes de rapiña para robar todas las riquezas que pudiesen de los desprevenidos pueblos europeos del Atlántico y el Mediterráneo. Eran sanguinarios y crueles, mataban sin motivo y asaltaban palacios e iglesias, donde se acumulaban grandes tesoros. Se les considera bárbaros, pero sus barcos eran una obra maestra de la ingeniería naval. Eran ligeros y maniobrables, alcanzando velocidades de hasta 50 nudos. Podían ser empujados por el viento o por remos, y su tamaño y escaso calado le permitía llegar hasta la costa o navegar por ríos para ejecutar ataques por sorpresa. Los más grandes podían tener 30 m de eslora y transportar sesenta personas. Y podían navegar usando los remos con la misma facilidad en ambas direcciones. Si atracaban en una playa, luego podían alejarse con rapidez sin tener que maniobrar para dar la vuelta.
EL JUNCO CHINO Es el diseño naval más longevo de la historia, que se ha usado sin apenas modificaciones desde el siglo II hasta la actualidad. Hace seis siglos, el almirante chino Zheng He dirigió la armada mas poderosa de la antigüedad formada por 317 barcos con casi 28. 000 hombres. En sus astilleros trabajaron más de 30. 000 carpinteros para construirlos, e incorporaron varios diseños revolucionarios. La quilla era plana, con muy poco calado, lo que le permitía navegar por bajíos y muy cerca de la costa. Y las velas podían rotar completamente alrededor del mástil, lo que le permitía captar la fuerza del viento incluso navegando en su contra. También copiaron la estructura del bambú, dándose cuenta de que las secciones de las cañas las hacían más fuertes, dividieron el interior del casco con mamparos que servían para reforzar la quilla. Y al hacerlos estancos consiguieron que el daño de una sección del casco no inundara el resto del barco. Esta técnica no fue adoptada por los barcos occidentales hasta hace menos de dos siglos. Y gracias a su eficaz diseño, los juncos podían construirse de cualquier tamaño, desde unos pocos metros para navegar por ríos hasta 120 m que tenían algunos de los barcos de Chan He que le permitían hacer viajes transoceánicos. Con ellos dirigió siete campañas épicas, llegando a lugares tan alejados como el Sur de África y, según algunos historiadores, hasta las costas de América.
LOS BARCOS ROMANOS DE MAGUNCIA En los años 1980, al excavar para construir los cimientos de un hotel en las orillas del Rin, se encontraron los restos de cuatro barcos romanos del siglo IV. Con 21 metros de eslora y 3 de manga, tenían capacidad para 30 remeros protegidos con escudos de las flechas enemigas. Los romanos los usaban para patrullar los ríos, especialmente el Rin, y atacar con balistas a los campamentos enemigos.
EL BARCO TORRE CHINO Es una fortaleza flotante China. Los emperadores chinos usaban barcos para patrullar sus más de 45. 000 Km de ríos y acudir con rapidez a los lugares donde se iniciaran rebeliones. Pero para trasladar grandes ejércitos construyeron castillos flotantes, barcazas con varios pisos de hasta 55 metros de lado que se desplazaban por el río llevando ejércitos enteros. Desde el siglo III diseñaron numerosos barcos con diversos diseños y llegaron a inventar los primeros barcos impulsados por norias que giraban por la fuerza de pedales en el interior del barco, sin remos ni velas.
EL TRITURADOR TRIRREME En el siglo VIII a. C. , Grecia entró en la historia de la antigüedad. En sólo dos siglos se convirtió en una potencia naval gracias al diseño del trirreme. Con 36 m de eslora, 3'5 de manga y 6 de altura, era impulsado por 170 remeros, 85 en cada costado, distribuidos en tres niveles, con asientos escalonados de tal forma que todos podían remar al mismo tiempo sin estorbarse, alcanzando velocidades nunca antes conseguidas en un barco movido por remos. Además, en la proa disponía de un ariete chapado en cobre que al chocar con cualquier navío que se le pusiera por delante podía quebrar su casco, enviándolo al fondo del mar. La efectividad del trirreme se demostró sobradamente en la batalla de Salamina, donde los persas superaban a los griegos en una proporción de 300 a 1, pero gracias a la agilidad y la potencia de los trirremes, los griegos hundieron con rapidez varios navíos persas haciendo cundir el pánico en la flota persa, que emprendió una huida desesperada.
EL ACORAZADO TORTUGA En el siglo XVI, Corea sufría los ataques de su enemigo histórico, Japón. Su armada era muy inferior, en una proporción de 30 a 1. El almirante Yi Sun Sin diseñó un navío con la cubierta acorazada con planchas de metal y, para evitar abordajes, con puntas afiladas ocultas bajo colchones de paja. Estaba dotado con potentes cañones en todo su perímetro y en la proa una cabeza de dragón que escupía humo para el camuflaje y, cuando el viento era favorable, gases químicos tóxicos. A pesar de su superioridad numérica, una armada japonesa de 130 buques no pudo hacer nada por resistir los ataques de tan sólo 12 acorazados tortuga. Más de 90 barcos japoneses sufrieron severos daños, 31 se hundieron. Ninguno de los acorazados tortuga se hundió.
EL CRUCERO SIRACUSA En el siglo III a. C. vivió en la ciudad griega de Siracusa uno de los mayores inventores de la antigüedad: Arquímedes. Genial matemático e ingeniero, inventó numerosas máquinas muy adelantadas a su tiempo, algunas de las cuales eran máquinas bélicas destinadas a defender la ciudad de Siracusa de las invasiones del incipiente imperio romano. También se dice que diseñó un barco de recreo, un impresionante crucero de 120 m de eslora en el que se instalaron los mayores lujos para disfrute de sus pasajeros. Estaba armado con potentes catapultas para defenderse de cualquier navío que pretendiera atacarlo y para hacer circular el agua de los jardines se instalaron bombas de agua, inventados por él mismo, que podían hacer circular el agua hacia arriba.
EL TESSARAKONTERES El faraón Ptolomeo no se dejó impresionar por el Siracusa, y para superarlo hizo que se diseñara y construyera un navío aún más impresionante, el Tessarakonteres, El barco catamarán egipcio con 130 m de eslora, era una gigantesca plataforma apoyada por dos quillas, similar a un catamarán actual. Era conducida por 4. 000 remeros y podía transportar 3. 000 soldados. Su tripulación era muy superior a la de los más modernos portaaviones. En la proa disponía de 7 potentes arietes que podían embestir y destruir los barcos enemigos. E incluso podían embestir y destruir las murallas que protegían las entradas de los puertos. Aún no se sabe cómo podían trabajar de forma coordinada los 4. 000 remeros de este gigantesco catamarán, teniendo que manejar remos de 17 m de largo, puede que nunca se pueda averiguar, pero ellos sí sabían cómo hacerlo.
LOS BARCOS DE NEMI En el fondo del lago Nemi, un cráter volcánico al sur de Roma, se han encontrado los dos barcos más lujosos e impresionantes de la antigüedad. Fueron construidos por orden del emperador Calígula, el más famoso por su depravación. En uno de los barcos se construyó un templo dedicado a Diana. El otro estaba destinado al recreo y contenía todos lujos imaginables y las más avanzadas tecnologías. Disponían de bombas de achique de cadena, que no volverían a usarse hasta mil años más tarde. Calefacción radiante bajo el suelo. Fuentes y estatuas que giraban sobre rodamientos, otro avance tecnológico que posteriormente fue olvidado y redescubierto por Leonardo da Vinci 1. 500 años más tarde. Tuberías con válvulas de pistón, para agua fría o caliente, que no se reinventaron hasta la Edad Media. Era un alarde de tecnología, lujo y poder al que eran invitados los más poderosos de su tiempo quedaban impresionados por semejante dispendio. Pero a un muy alto coste, las arcas del imperio se vaciaron y Roma acabó en la banca rota. No se sabe por qué motivo los barcos fueron abandonados, dejando que se hundiesen en el lago, y lamentablemente, después de ser recuperados por Musolini, sufrieron graves daños por los bombardeos de la II Guerra Mundial, pero aún nos muestran que los ingenieros romanos superaron las más avanzadas tecnologías de su época.
LA THALAMEGOS También encargado por Ptolomeo IV, la Thalamegos era un palacio flotante de 90 metros de eslora, 13 metros de manga y 17 metros de altura. Al igual que el Tessarakonteres, tenía la forma de un catamarán, pero a diferencia de éste último era un barco fluvial, pensado para paseos por el Nilo. Como palacio flotante disponía de cubiertas dobles de 160 metros de longitud para poder pasear y contemplar el paisaje, salas de banquetes, dormitorios y templetes dedicados a Afrodita. Todo ello con los materiales mas exquisitos de la época, como madera de ciprés milesio, mármoles, cedro escita, marfil y oro. Duró casi dos siglos, e incluso César y Cleopatra disfrutaron de la Thalamegos durante sus amoríos
LA LEONTOPHOROS El Leontophoros (portador de leones) era un octorreme construido en Heraclea a instancias de Lisímaco hacia 210 a. C. tenía 130 metros de eslora y 18 metros de manga, propulsado a remo, la cubierta era una plataforma plana que le permitía montar cualquier configuración de armamento. Como octorreme que era disponía de 800 remeros por cada lado del barco para propulsarlo, es decir un total de 1. 600 remeros, y en cubierta podía albergar otros 1. 200 soldados. A diferencia de otros megabarcos de la época, éste si que participó en combate, según Vitruvio.
GRACIAS POR TU VISITA Y QUE TENGAS UN BUEN DÍA VICTOR NOVELLÓN L’Espluga de Francvolí · Tarragona · Catalunya · España
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