Aprendiendo a reconocer y evaluar argumentos Argumento Premisas

Aprendiendo a reconocer y evaluar argumentos

Argumento = Premisas + Conclusión ¿Qué son? Ambas se presentan en forma de PROPOSICIONES, es decir, enunciados que AFIRMAN o NIEGAN algo. Entonces, ¿cómo distinguirlas? Las PREMISAS son aquellas proposiciones que se brindan como SUPUESTOS o RAZONES para justificar o apoyar la conclusión. La CONCLUSIÓN es aquella proposición que se quiere defender, justificar o apoyar.

Si no anoto los deberes en mi cuaderno, luego me los olvido y al final no los hago. PRE. 1 Y si no los hago, me afecta la calificación. PRE. 2 Si me baja la calificación, voy a examen. PRE. 3 Por lo tanto, tengo que anotar los deberes en mi cuaderno. CONC. Hay ciertas expresiones lingüísticas que nos ayudan a detectar cuál es la conclusión y cuáles las premisas. En este caso, el “por lo tanto” nos indica que a continuación se enunciará la CONCLUSIÓN. Es, por lo tanto, un indicador de conclusión.

En realidad, los argumentos que de hecho utilizamos en la vida suelen presentarse de forma más compleja, desordenada, y muchas veces sin decir explícitamente toda la información. Parte de nuestro trabajo al identificar argumentos es extraer el esqueleto implícito de premisas y conclusión, lo cual implica simplificar y sintetizar el argumento en un conjunto de enunciados básicos. Analicemos el siguiente ejemplo: “Es importante que apoyemos nuestras creencias en argumentos, ya que de lo contrario serían irracionales. Si sostenemos opiniones sin justificación alguna, no tenemos ningún criterio que nos permita aceptarlas como verdaderas. Y desde ya que tampoco podríamos convencer a nadie de la legitimidad de nuestra postura si no la justificamos. ”

Estructura del argumento: Si no argumentamos, no se puede determinar la verdad de nuestras creencias. Si no argumentamos, no podemos convencer a nadie de nuestras creencias. CONC: Es importante argumentar nuestras creencias. ¿Qué estrategia se está usando en este caso para que la conclusión quede debidamente fundamentada? Si observamos con atención, vamos a ver que lo que se está haciendo es suponer la negación de lo que se quiere defender y mostrar las consecuencias negativas, no deseables, o absurdas, que se derivan de ello. Si la negación no es deseable, entonces lo verdadero o deseable es su contrario. Si no argumentar lleva a consecuencias negativas, entonces lo deseable es argumentar. Este tipo de razonamientos se asocian con el argumento conocido como “reducción al absurdo”.

Entonces, además de premisas y conclusión, los argumentos utilizan ciertas estrategias o mecanismos de justificación. Hemos visto uno: la “reducción al absurdo”. Pero hay otros mecanismos de justificación posibles. ¿Qué otras estrategias de justificación existen?

Antes de continuar, nos va a ser útil distinguir dos tipos de razonamientos: q. Razonamientos deductivos: Son aquellos en los cuales la conclusión se desprende necesariamente de las premisas debido a su forma lógica. Por ejemplo: Todo buen ciudadano ha de obedecer las leyes de la ciudad Sócrates es un buen ciudadano Por lo tanto, Sócrates ha de obedecer las leyes de la ciudad

q. Razonamientos inductivos: En ellos, la conclusión no es una derivación necesaria de las premisas por su forma lógica. La conclusión no está implícita en las premisas, como en el caso anterior, sino que agrega más información. Existen tres tipos: q. Inducción completa: A partir de la observación de todos los casos particulares, se da una conclusión general que los abarca. q. Inducción incompleta: Se trata de GENERALIZACIONES a partir de la enumeración de cierto número limitado de casos particulares. q. Razonamiento por analogía: Se extrae una conclusión por comparación con otros casos similares.

Entonces, los razonamientos que utilizamos al argumentar pueden basarse en ciertos mecanismos de inferencia lógica o bien no apelar a la necesidad lógica sino a otras razones que fundamenten su probabilidad (ejemplos de casos o experiencias particulares, comparaciones, referencia a datos observables, por ejemplo).

Dado lo expuesto hasta ahora, sabemos entonces que los Argumentos (ARG) no solamente están compuestos de Premisas (P) y Conclusión (C), sino que además tienen algún Mecanismo de Justificación (MJ). ARG = [ P , C , MJ ]

Cuando vamos a evaluar un argumento, nos podemos encontrar con distintas situaciones: q. Podemos encontrar que todo el argumento es correcto –que tiene premisas sólidas, un modo de justificación adecuado y una conclusión verdadera-: ARG = [ P , C , MJ ]

q. Podemos rechazar la conclusión debido a la debilidad de las premisas y/o del mecanismo de justificación: ARG = [ P , C , MJ ]

q. O bien podemos aceptar la verdad de la conclusión, pero encontrar que no se sigue de premisas sólidas o bien que no está justificada con un mecanismo adecuado: ARG = [ P , C , MJ ]

“Últimamente en las escuelas se ha estado dando importancia a algo que es realmente imprescindible para vivir armoniosamente en la naturaleza: el cuidado del medio ambiente. Me refiero a ser conscientes y cuidar el uso de recursos naturales en nuestra vida cotidiana: controlar el uso del agua, por ejemplo. Si todos tuviéramos el mismo cuidado respecto a, por ejemplo, el uso del agua, estaríamos ayudando sustancialmente a evitar su derroche. Y la escuela es un medio de difusión de conocimientos y valores muy importante. Por estos motivos, tenemos que apoyar iniciativas que apoyen la divulgación y toma de conciencia sobre estas cuestiones en la educación. ”

“Para mí, las pirámides en Egipto fueron construidas por alienígenas. Sí, yo sé que hay teorías científicas que dicen otra cosa, pero en definitiva los científicos también son sujetos como yo, así que no pueden ser objetivos, ¿verdad? ”