APARECIDA Captulo 9 FAMILIA PERSONAS Y VIDA AVISO

APARECIDA Capítulo 9 FAMILIA, PERSONAS Y VIDA

AVISO n USTED PUEDE CONSULTAR TODO EL MATERIAL DE ESTA ASAMBLEA EN LA SIGUIENTE DIRECCION A PARTIR DE LA PROXIMA SEMANA n www. iglesiatijuana. org/asamblea 2008

La Familia es comunión de vida y de amor n n n Partiendo del Anuncio de la Buena Noticia de la gran dignidad de todo ser humano, creado a imagen de Dios se promueve: la cultura del amor en el matrimonio y en la familia. Una cultura del respeto a la vida en la sociedad; Se propone acompañar pastoralmente a las personas en sus diversas condiciones… Se fomenta el cuidado del medio ambiente como casa común del genero humano.

La Familia es… n Comunión de amor n La de vida y escuela domestica de la fe. n La célula básica de la sociedad.

La familia es uno de los tesoros más importantes Los discípulos y misioneros de Jesucristo estamos llamados a transformar las situaciones que pretenden desaparecer a la institución familiar. (No. 432) n

Cada Diócesis debe desarrollar una Pastoral Familiar “intensa y vigorosa”, que impulse: n Proyectos que promuevan familias evangelizadas y evangelizadoras, desde la preparación para el sacramento del matrimonio. n Centros parroquiales y diocesanos que atiendan a madres adolescentes y solteras, viudas y viudos, personas de la tercera edad, niños abandonados, etc.

n Con cuidado, prudencia y amor compasivo a las parejas que viven en situación irregular siguiendo las orientaciones del magisterio. (No. 437)

LOS NIÑOS La niñez debe ser destinataria de una acción prioritaria de la Iglesia porque es una etapa maravillosa para la transmisión de la fe, ya que los niños son don y signo de la presencia de Dios y por ningún motivo se puede permanecer indiferente ante el sufrimiento n

n de tantos niños inocentes atacados por la pobreza, la violencia intrafamiliar, abuso sexual, infectados por el VIH, niños que tienen que trabajar, niños de la calle, etc.

Por ello Aparecida entre otras, propone las siguientes acciones: Atender a una formación integral, parta que aprendan a ser solidarios, desarrollen una equilibrada afectividad y manejen adecuadamente su sexualidad. n Estudiar y aplicar las pedagogías adecuadas para la educación en la fe de los niños, privilegiando el momento de la Primera Comunión. De suma importancia para toda la vida es el ejemplo de oración de sus padres y abuelos quienes tienen la misión de enseñar a sus hijos y nietos las primeras oraciones. n Valorar la capacidad misionera de los niños y niñas, que no solo pueden ser evangelizadores de sus propios compañeros sino que también pueden ser evangelizadores de sus propios padres. (No. 441) n

LOS ADOLECENTES Merece especial atención la etapa de la adolescencia en la que los seres humanos ya no son niños pero tampoco son jóvenes. Están en la edad de la búsqueda de su propia identidad, de independencia frente a sus padres. Etapa en la que fácilmente pueden ser victimas de los falsos lideres que se los llevan a las pandillas… n

n En esta etapa de búsqueda es necesario impulsar la pastoral de adolescentes adaptada a ellos de tal manera que garantice su perseverancia y el crecimiento en

Los jóvenes n Están llamados a ser “centinelas del mañana” comprometiéndose en la renovación del mundo a la luz del plan de Dios. Por su gran sensibilidad y generosidad Cristo los llama a servir con todo su tiempo y vida a sus hermanos, especialmente a los más necesitados, contribuyendo con su entrega a la construcción de la Iglesia y de la sociedad. (Nos. 443 -444)

. La crisis por la que atraviesa la familia hoy en día, les produce profundas carencias afectivas y conflictos emocionales. n Están muy afectados por una educación de baja calidad n Es preocupante el alto índice de suicidios de jóvenes, así como el uso indiscriminado y abusivo que muchos jóvenes hacen de la comunicación virtual. (443 -445) n

La Iglesia de A. L. y del Caribe se propone: n Renovar su opción preferencial por los jóvenes, ayudándoles a que se enamoren de Jesucristo vivo quien les garantiza la realización plena de su dignidad, les impulsa a formar su propia personalidad y les ayuda a descubrir su vocación especifica. (446)

Privilegiar en la pastoral juvenil: n Procesos de educación y maduración en la fe, mostrándoles la belleza de la Eucaristía dominical. motivándolos para que hagan oración personal, comulguen y se confiesen con frecuencia, busquen la dirección espiritual y hagan apostolado.

La pastoral juvenil ayudará a los jóvenes a formarse de manera gradual para la acción social y política y el cambio de estructuras conforme a la doctrina social de la iglesia, haciendo propia la opción preferencial por los pobres y necesitados. (No. 446) n

EL BIEN DE LOS ANCIANOS n La Palabra de Dios nos interpela de muchas maneras a respetar y a valorar a nuestros mayores y ancianos. Nos invita a aprender de ellos con gratitud y a acompañarlos en su soledad y fragilidad. (447 -450)

LA DIGNIDAD Y LA PARTICIPACION DE LAS MUJERES La antropología cristiana resalta la igual dignidad entre varón y mujer, en razón de que la Sagrada Biblia nos dice que fueron creados a imagen y semejanza de Dios. Jesucristo las trató con dignidad y reconoció su valor indiscutible. n

n La Iglesia quiere seguir el ejemplo de Jesús contemplando a María Santísima para recuperar la dignidad y el valor de la mujer. (451452)

n Urge escuchar el clamor de las mujeres que son sometidas a muchas formas de esclavitud, de exclusión y de violencia en todas las etapas de su vida…

Los pastores deben atenderlas, valorarlas y respetarlas. n La misión de la mujer en el hogar es insustituible, en la educación de los hijos y en la transmisión de la fe. Lo cual no excluye la necesidad de que participe activamente en la construcción de la sociedad desarrollando alguna profesión. (Nos. 452 -458)

Proponemos algunas acciones pastorales Promover el más amplio protagonismo de las mujeres. n Promoverlas a los ministerios que en la Iglesia son confiados a los laicos. n Valorar su aporte en las instancias de planificación y decisión pastorales n Promover el diálogo con autoridades para la elaboración de programas, leyes y políticas públicas que permitan armonizar la vida laboral de la mujer con sus deberes de madre de familia. n

LA RESPONSABILIDAD DEL VARON Y PADRE DE FAMILIA. El varón está llamado por Dios a construir la sociedad y a generar la cultura y como bautizado la Iglesia lo envía a dar testimonio como discípulo y misionero de Jesucristo. n

El alejamiento de la Iglesia y de Cristo, los hace vulnerables ante la propuesta seductora de una cultura consumista, frívola y competitiva que en lugar de hacerlos felices los llena de conflictos y de frustraciones, los deshumaniza y los lanza a la violencia, a la infidelidad y al abandono de su papel de padres. (459 -461) n

Se proponen algunas acciones pastorales Revisar y profundizar los contenidos de las diversas catequesis para clarificar el rol que le corresponde al varón en la familia como discípulo y misionero evangelizador de su hogar. n Contrarrestar la mentalidad neoliberal que mira al padre de familia como un mero proveedor, como un simple instrumento de producción y ganancia. n Favorecer la activa participación de los varones, generando en la iglesia espacios y servicios en los que puedan colaborar. (Nos. 462 -463) n

LA CULTURA DE LA VIDA: Su proclamación y su defensa n La vida es regalo de Dios, don y tarea que debemos cuidar desde la concepción, en todas sus etapas y hasta la muerte natural.

n La iglesia tiene el deber de ser voz de los que no tienen voz: ya sea el niño que aún no nace o aquel que se encuentra en el ocaso de su vida. Nunca perdamos de vista que el egoísmo, la soberbia y los intereses individualistas siempre encontrarán excusas para maltratar a las personas. (466 -467)

Los discípulos de Jesús tenemos que encarnar el Evangelio en el mundo de las ciencias y sus métodos, promoviendo el diáogo entre ciencia y fe, y, en este contexto presentar la defensa de la vida. (464 -465) n

proponemos las siguientes acciones: n n n Clérigos y laicos accedan a estudios universitarios de moral familiar, cuestiones éticas y cursos especializados de bioética. Promover foros, páneles, seminarios y congresos que se refieran al respeto a la vida desde la concepción hasta su muerte natural. Ofrecer a los matrimonios programas de formación de paternidad responsable y sobre el uso de los métodos naturales de regulación de la natalidad.

Vivimos tiempos difíciles para la familia. Pero en el Santo Evangelio están todas las energías necesarias para progresar en la civilización del amor. n. Un sacerdote dominico en cierta ocasión subió a un estrado que estaba en un parque de Londres y empezó a hablar de la fuerza transformadora del Evangelio. Un oyente le interrumpió: “Padre habla usted de la fuerza transformadora del Evangelio, pero llevamos ya 2000 mil años y… el Padre inmediatamente le respondió: “Señor, veo que lleva usted sucio el cuello de su camisa. Y eso que hace siglos que existe el jabón. Pero claro, si usted no lo n usa…”.

CAPITULO 10: NUESTROS PUEBLOS Y LA CULTURA Aparecida, continúa y actualiza las opciones de Puebla y Santo Domingo por la “evangelización de la cultura” y la “evangelización inculturada”.

CAPITULO 10: NUESTROS PUEBLOS Y LA CULTURA n Aparecida, Parte del concepto que de cultura tiene Gaudium et Spes: “en su comprensión más extensa, la cultura representa el modo más particular con el cual los hombres y los pueblos cultivan su relación con la naturaleza y con sus hermanos, con ellos mismos y con Dios, a fin de lograr una existencia plenamente humana”.

n EL documento manifiesta la forma positiva y empática con que mira todas las culturas presentes en nuestro continente y manifiestan con Juan Pablo II, que “la fe es adecuadamente profesada, entendida y vivida cuando penetra profundamente en el substrato cultural de un pueblo”. Pero deja en claro que “el encuentro de la fe con las culturas purifica, permite que desarrollen sus virtualidades y las enriquezca, pues todas ellas buscan en última instancia la verdad que es Cristo”.

n “Sin embargo, el patrimonio cultural de Latinoamerica… se ve confrontado con la cultura actual, que presenta luces y sombras n Una de las características de la cultura actual es “el respeto a la dignidad y a la libertad de cada uno”. Pero con palabras fuertes, Aparecida advierte que la nueva cultura globalizada “acaba por erigir el individualismo como característica dominante de la sociedad actual, responsable del relativismo ético y la crisis de la familia”.

n La cultura de hoy tiene mucho de “cultura de la muerte” que sólo puede ser contrarrestada con la “cultura cristiana de la solidaridad”. Para ello es indispensable conocer a fondo la cultura actual ya que “el anuncio del Evangelio no puede prescindir” de ella. “Debe conocerla, evaluarla y asumirla. Sólo así la fe cristiana podrá aparecer como realidad que ofrece la salvación y podrá engendrar modelos culturales alternativos para la sociedad actual”.

“La educación como bien publico”(10. 3) Hablando de la educación en general, Aparecida afirma que ninguna educación puede “ignorar que la apertura a la trascendencia es una dimensión de la vida humana, por lo cual la formación integral de las personas debe incluir el tema religioso. “ Todos los niños y los adolescentes -también los de las escuelas estatales- tienen derecho a que se les estimule a apreciar con recta consciencia los valores morales y también a que se les estimule a conocer y a amar a Dios”. La iglesia se compromete a empeñarse por la formación religiosa de los alumnos de las escuelas públicas. n

“Pastoral de la Comunicación Social” (10. 3) n En nuestro siglo tan influenciado por los medios de comunicación social, el primer anuncio, la catequesis y la profundización en la fe no pueden prescindir de esos medios. La Iglesia se sentiría culpable ante Dios si no empleara instrumentos tan poderosos. En ellos se encuentra una versión moderna y eficaz del pulpito. Gracias a ellos puede hablar a multitudes.

A fin de formar discípulos y misioneros en los MCS los obispos en Aparecida se comprometen a acompañar a los comunicadores, procurando, entre otros, los siguientes puntos: n n n Conocer y valorar esta nueva cultura de la comunicación. Educar en la formación critica para el uso de los medios de comunicación social desde la primera edad. Suscitar leyes que promuevan una nueva cultura que promueva la protección a los niños, jóvenes y a las personas más vulnerables para que la comunicación no influyan negativamente en ellos…

n Se valora, también, ampliamente “la Internet” como una de las maravillosas invenciones de la técnica y se destaca como un desafío para la Iglesia su utilización para el servicio de la Evangelización. n Las parroquias podrían ser estimuladoras de salas digitales para promover el uso de la Internet, dado que hay innumerables escuelas e instituciones católicas que ofrecen cursos a distancia de teología y cultura bíblica.

Nuevos areópagos y centros de decision. (10. 4) Aparecida felicita e incentiva a tantos cristianos que, “con su presencia ética y coherente, siguen sembrando valores evangélicos en los ambientes donde tradicionalmente se hace la cultura y en los nuevos areópagos”. n Reconoce como tarea de gran importancia… la formación de pensadores y personas que estén en los niveles de decisión. Reafirma que “la fe no es irracional” y que es falsa la visión de una incompatibilidad entre fe y ciencia”. Por eso se requiere “valorar más los espacios de diálogo entre fe y ciencia”, “y comunicar los valores evangélicos de una manera propositiva”. n

“Discípulos y misioneros de la vida pública” (10. 5) n “Los discípulos y misioneros de Jesucristo deben iluminar con la luz del Evangelio todos los ámbitos de la vida social” sin olvidar que “la opción preferencial por los pobres, de raíz evangélica, exige un atención pastoral atenta a los constructores de la sociedad”. Y a propósito de esto el Papa Benedicto en el Discurso Inaugural dice que le llama la atención que en un “Continente de bautizados”, se da una “notable ausencia, en el ámbito político, comunicativo y universitario, ” (D. I. No 4)

n La V Conferencia se compromete “a llevar a cabo una catequesis social incisiva”. Manifiesta su preocupación por los temas referentes a la “integridad moral de los políticos” y por los “problemas endémicos de corrupción”, y manifiesta su voluntad “de acompañar a los constructores de la sociedad”.

“La Pastoral Urbana” (10. 6) n La ciudad se ha convertido en el lugar propio de las nuevas culturas que se están gestando e imponiendose con un nuevo lenguaje y una nueva simbología. n Creo que lo más importante de este apartado son las proposiciones y recomendaciones de la V Conferencia respecto a una “nueva pastoral urbana” y respecto a los agentes de esta pastoral.

Respecto a la Nueva Pastoral Urbana, debe aspirarse a una pastoral que: n Desarrolle la espiritualidad de la gratuidad, de la misericordia y de la solidaridad. n Transforme a la parroquia en verdadera comunidad de comunidades. n Fomente la cultura de la hospitalidad para los que llegan a la ciudad y también a los que ya viven en ella. n Brinde especial atención al sufrimiento humano.

A los agentes de pastoral se les pide desarrollar: n n n Un estilo pastoral adecuado a la realidad urbana. Un plan pastoral orgánico y desarrollado. Una sectorización de las parroquias en unidades más pequeñas que permitan la cercanía y un servicio más eficaz. Servicios de atención personalizada, dirección espiritual y sacramento de la reconciliación. Una mayor presencia en los centros de decisión de la ciudad.

“Al servicio de la unidad y fraternidad de nuestros pueblos. (10. 7) En esta nueva situación cultural afirmamos que el proyecto del Reino está presente y es posible, y por ello aspiramos a una América Latina y Caribeña unida, reconciliada e integrada. n Los desafíos que hoy enfrentamos requieren una comprensión global y una acción conjunta. n “La Iglesia de Dios en América Latina y El Caribe convoca y congrega a todos sin discriminaciones ni exclusiones”. n

“Una y plural, América Latina es la casa común, la gran patria de hermanos “de unos pueblos a quienes la misma geografía, la fe cristiana, la lengua y la cultura han unido definitivamente en el camino de la historia” (J. P. II en Santo Domingo) n “Apreciamos en los últimos 20 años avances y promisorios en los procesos y sistemas de integración de nuestros países… Sin embargo, los retrasos en la integración tienden a profundizar la pobreza y las desigualdades, mientras las redes del narcotráfico se integran más allá de toda frontera”. n

“La integración de los indígenas y afroamericanos” (10. 8) n “Como discípulos y misioneros al servicio de la vida, acompañamos a los pueblos indígenas y originarios en el fortalecimiento de sus identidades y organizaciones propias, la defensa del territorio, una educación intercultural bilingüe y la defensa de sus derechos. Nos comprometemos también a crear conciencia… acerca de la realidad indígena y sus valores…

“Caminos de reconciliación y solidaridad” (10. 9) n “La reconciliación está en el corazón de la vida cristiana… Se trata de una reconciliación que necesitamos en los diversos ámbitos y entre todos nuestros países. Esta reconciliación fraterna presupone la reconciliación con Dios. Pero la condición sin la cual no es posible la reconciliación es que haya “estructuras justas en la sociedad y no habrá estructuras justas sino hay hombres nuevos y mujeres nuevas”.

n Formando discípulos y misioneros, la Iglesia da respuesta a esta exigencia. n “Compete también a la Iglesia educar para la paz, dar seriedad y credibilidad a la continuidad de nuestras instituciones civiles, defender y promover los derechos humanos, custodiar en especial la libertad religiosa, colaborar en la consolidación de las fragiles democracias y cooperar para que haya consensos nacionales”.

Concluyendo: n Los capítulos 9 (Familia, personas y vida) y 10 (Nuestros Pueblos y la Cultura) constituyen la parte mas concreta. Aunque aparecen un cúmulo de exhortaciones ya propuestas en el pasado, constituyen el centro teórico y práctico de las tareas pastorales para los próximos años en A. L. y El Caribe. Tareas que sólo se cumplirán por quienes hayan tenido un verdadero encuentro con Jesucristo.

n El trabajo propuesto por los obispos en Aparecida es descubrir a Jesús en el otro, conocer quien es Jesucristo, tener una conversión hacia su persona y reconocerlo como alguien vivo que nos salva del pecado y sus consecuencias. La propuesta de Aparecida no es renovar la sociedad en primer lugar, sino llevar a Cristo para que en consecuencia la sociedad sea renovada. En otras palabras, necesitamos una Iglesia con menos poder, que ponga como prioridad a la persona humana y su dignidad. Necesitamos una Iglesia que de el paso de ser una Iglesia para los pobres, a una Iglesia de los pobres. Una Iglesia que genere conciencia de humanidad y solidaridad, que multiplique signos de promoción humana y dignificación de víctimas inocentes en la terrible descomposición social. Una Iglesia que haga evidente que la Evangelización nace del amor apasionado a Cristo y a los hermanos. (Ver 491)

Un documento no existe hasta que haya una comunidad cristiana que lo asuma y lo integre a su caminar