AO DE LA FE Catequesis del Papa CATEQUESIS

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AÑO DE LA FE Catequesis del Papa CATEQUESIS 7 ¿CÓMO PODEMOS HABLAR DE DIOS

AÑO DE LA FE Catequesis del Papa CATEQUESIS 7 ¿CÓMO PODEMOS HABLAR DE DIOS EN NUESTRO TIEMPO? * La cuestión central que planteamos: ¿CÓMO HABLAR DE DIOS EN NUESTRO TIEMPO? ¿CÓMO COMUNICAR EL EVANGELIO?

¿CÓMO HABLAR DE DIOS HOY? **El. Evangeliotieneque queabrirsecaminocomoverdadsalvíficaen enmuchos corazonescerrados, en enmuchasmentesdistraídaspor porlos losresplandoresde

¿CÓMO HABLAR DE DIOS HOY? **El. Evangeliotieneque queabrirsecaminocomoverdadsalvíficaen enmuchos corazonescerrados, en enmuchasmentesdistraídaspor porlos losresplandoresde delala sociedad. **¿Cómohablarde de. Dioshoy? Si. Sipodemos hablar de. Dioses esporqueÉlÉlnos nosha hahabladoprimeroy, y, así, elel primercaminoparahablarde de. Dioses eslalaescuchade deloloque queelelmismo. Diosha ha dicho. **Diosha hahabladocon conelelhombre, por porlolotanto, Diosno noes esuna unamerahipótesis de detrabajoparaconocerelelorigendel delmundo; tampococoes esuna unainteligencia matemáticaapartadade denosotros. **Diosha haentradopersonalmenteen ennuestrahistoria, se seha hadadoaaconocer, hastaencarnarse; se seha hainteresadopor pornosotrosyynos nosha haamado. .

* Dios es una realidad en nuestra vida; tiene tiempo para ocuparse de nosotros.

* Dios es una realidad en nuestra vida; tiene tiempo para ocuparse de nosotros. * Jesús de Nazaret es el rostro de Dios que ha bajado a sumergirse en nuestro mundo y enseñarnos el “arte de vivir”, el camino de la felicidad. * Jesús ha venido para salvarnos, para mostrarnos la vida nueva del Evangelio, para liberarnos y hacernos hijos de Dios.

EL DIOS DE JESUCRISTO, ¿CÓMO SE COMUNICA? * Hablar de Dios es llevar a

EL DIOS DE JESUCRISTO, ¿CÓMO SE COMUNICA? * Hablar de Dios es llevar a las gentes de nuestro tiempo un Dios concreto, que existe, que ha entrado y está presente en nuestra historia. No podemos quedarnos en ideas abstractas o hipótesis sobre Dios. * Presentamos al Dios de Jesucristo como respuesta a la pregunta vital a cerca del por qué y cómo vivir. * Hablar de Dios nos exige familiaridad con Jesús y su Evangelio, un conocimiento personal y real de Dios y una fuerte pasión por su proyecto de salvación

* No caigamos en la tentación del éxito. Acojamos el método propio de Dios:

* No caigamos en la tentación del éxito. Acojamos el método propio de Dios: la humildad, manifestada en la Encarnación, cuando Él se hace uno de nosotros en la gruta de Belén, en la vida escondida de Nazareth; la humildad expresada en la parábola del grano de mostaza. * No temamos la humildad de los pequeños pasos, de la levadura que, poco a poco, fermenta la masa y la hace crecer. * Al hablar de Dios en la evangelización, guiados por el Espíritu Santo, debemos recuperar la sencillez y volver a lo esencial de la Buena Noticia: Dios es real y concreto; Dios se interesa por nosotros, se hace cercano a nosotros en Jesucristo, da la vida

* San Pablo nos ilumina a cerca de “cómo hablar de Dios”. “Cuando vine

* San Pablo nos ilumina a cerca de “cómo hablar de Dios”. “Cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste, crucificado” (1 Cor 2, 1 -2) * San Pablo no habla de una filosofía que él ha desarrollado, de ideas propias. Habla de algo más vital: de alguien con quien se ha encontrado y ha entrado en su vida, de Cristo crucificado y resucitado. * San Pablo no busca crearse un grupo de discípulos, de seguidores suyos. Él habla de Jesucristo y quiere ganar a las personas para Dios; ese Dios que ha entrado en su vida, que le ha conquistado en el camino de Damasco.

* Hablar de Dios es dar espacio a Aquel que nos lo da a

* Hablar de Dios es dar espacio a Aquel que nos lo da a conocer, ofrecer nuestra vida a Cristo para que Él gane a los otros para Dios. Hablar de Dios parte de nuestra escucha, de nuestro conocimiento de Dios que se realiza en la familiaridad, en la oración y en una vida según los mandamientos.

COMUNICAR LA FE * Comunicar la fe es compartir abierta y públicamente lo que

COMUNICAR LA FE * Comunicar la fe es compartir abierta y públicamente lo que hemos visto y oído en el encuentro con Cristo: nuestra experiencia, la transformación que ha producido en nosotros ese encuentro. *Comunicar la fe es llevar a Jesús, presente en nuestra vida y que se ha convertido en la orientación de nuestra existencia, para que también otros comprendan que Él es necesario para el mundo y para la verdadera libertad personal.

* Para hablar de Dios hay que darle un espacio para que sea Él

* Para hablar de Dios hay que darle un espacio para que sea Él quien actúe en nuestra debilidad. La experiencia y el comportamiento de San Pablo no se queda en palabras sino que abarca toda su existencia. * Cuando le damos espacio, sin miedo, con sencillez y alegría, poniéndole a Él en el centro, nuestra comunicación será mucho más fructífera. * Las comunidades cristianas están llamadas a manifestar la transformación que ha producido en ellas la gracia de Dios. Individualismos, cerrazones, egoísmos, indiferencias, deben ser desterrados, para dar lugar a una vida comunitaria presidida por el amor a Dios. Somos anunciadores de Jesucristo; no nos anunciamos a nosotros mismos.

¿CÓMO COMUNICABA JESÚS? * Jesús habla del Padre y del Reino con una mirada

¿CÓMO COMUNICABA JESÚS? * Jesús habla del Padre y del Reino con una mirada compasiva a la realidad en la que vive, a los malestares y dificultades de la existencia humana. * Jesús está en contacto con la realidad y afirma que nuestra vida es válida para Dios. Jesús nos hace caer en la cuenta de que en el mundo y en la creación se transparenta el rostro de Dios; que está presente en las historias cotidianas de nuestra vida.

* El Jesús del evangelio se interesa por las situaciones humanas, se mete en

* El Jesús del evangelio se interesa por las situaciones humanas, se mete en ellas y confía en la ayuda del Padre. Dios está presente en el mundo y, si estamos atentos, podremos encontrarle. * La gente, los más cercanos y los más extraños, oyen y ven actuar a Jesús y entienden que en Él se hace presente la acción del Espíritu Santo, la acción de Dios. * En Jesús, palabra y acción se entrelazan y parten de su relación profunda con el Padre. También los cristianos debemos vivir la fe y la caridad de tal manera que aquello que decimos con las palabras sea creíble. * Debemos estar atentos a los signos de los tiempos, saber identificar la cultura actual con sus potencialidades y obstáculos y ofrecer sin miedo la respuesta de la fe en Dios. * Necesitamos de la fantasía, animada por el Espíritu Santo, para encontrar nuevos caminos, personales y comunitarios, que ofrezcan el Evangelio como sabiduría de vida y orientación de la existencia.

HABLAR DE DIOS EN LA FAMILIA *Es un lugar privilegiado. Es la primera escuela

HABLAR DE DIOS EN LA FAMILIA *Es un lugar privilegiado. Es la primera escuela para comunicar la fe a los hijos. Los padres son los primeros mensajeros de Dios. (Vaticano II) * Los padres deben redescubrir su misión y asumir sus responsabilidades en la educación de la fe de sus hijos. Abrir sus conciencias al amor de Dios es la mejor aportación que pueden hacer. Ellos son los primeros catequistas y maestros de la fe * Con frecuencia la fe de los hijos está sometida a una serie de condicionamientos externos a la familia. Los padres deben estar atentos para hacer surgir el tema de la fe y ayudar con la reflexión crítica a los diversos interrogantes religiosos que se presentan. * Si. además, la fe se vive en la familia con alegría, lo cual no significa que hay que esconder el dolor, el sufrimiento, la fatiga, ni siquiera la muerte, encontraremos los criterios necesarios para vivir desde la esperanza cristiana. * Vivir el Evangelio es ser capaces de ver las situaciones de la vida con la mirada siempre nueva de los ojos de Dios.

* No puede faltar en la familia la capacidad de escucha y diálogo; debe

* No puede faltar en la familia la capacidad de escucha y diálogo; debe ser el ambiente en el que se aprende a estar juntos. El diálogo, hecho escucha y palabra, ayuda a superar dificultades. La escucha y el diálogo fortalecen la comprensión y el amor para que sea signo del amor misericordioso de Dios.

CONCLUSIÓN * Hablar de Dios es hacer comprender con la palabra y la vida

CONCLUSIÓN * Hablar de Dios es hacer comprender con la palabra y la vida que Dios no es un rival de la existencia humana, sino el garante de la grandeza del hombre. * Hablar de Dios es comunicar con fuerza y sencillez, con la palabra y la vida, lo esencial: el Dios de Jesucristo. * Hablar de Dios es hablar de un Dios que nos ha manifestado un amor tan grande que es capaz de encarnarse, morir y resucitar por nosotros. * Hablar de Dios es seguirle, dejarse transformar por su amor y que esto renueve nuestra vida y nuestras relaciones. * Hablar de Dios es acoger a ese Dios que nos ha dado la Iglesia para caminar juntos y, a través de la Palabra y los Sacramentos, hacer de la Ciudad de los hombres la Ciudad de Dios.