Antonio Machado 1875 1936 nasce a Siviglia nel

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Antonio Machado (1875 -1936)

Antonio Machado (1875 -1936)

 • nasce a Siviglia nel 1875. Famiglia di letterati vicina all’ambiente krausista. A

• nasce a Siviglia nel 1875. Famiglia di letterati vicina all’ambiente krausista. A 8 anni entra nella ILE • Fine ‘ 800 – inizi ‘ 900 frequenta gli ambienti modernisti di Madrid, poi Parigi. • Nel 1907 si trasferisce a Soria. Nel 1909 si sposa con Leonor Izquierdo. • 1912: morte di Leonor, Machado si trasferisce a Baeza • 1919: si trasferisce a Segovia, più vicino a Madrid. • 1931 prende parte attiva alla vita politica ed intellettuale della Seconda Repubblica • 1939 fugge prima a Barcellona, poi attraversa il confine francese. Muore subito dopo.

Titoli più importanti • • • 1903 Soledades 1912 Campos de Castilla 1924 Nuevas

Titoli più importanti • • • 1903 Soledades 1912 Campos de Castilla 1924 Nuevas Canciones [1924 -36 Cancionero Apócrifo] 1936 Poesías completas [1936 -1938 Poesías de la Guerra]

“Io pensavo – dice Machado – che l’elemento poetico non fosse la parola per

“Io pensavo – dice Machado – che l’elemento poetico non fosse la parola per il suo valore fonico, né per il colore, né per la linea, né per un complesso di sensazioni, bensì per una profonda palpitazione dello spirito, ciò che l’anima dà, se è vero che dà qualcosa, o ciò che dice, se è vero che dice qualcosa, con la sua voce, in risposta animata al contatto con il mondo. E pensavo anche l’uomo può riuscire a cogliere alcune parole di un intimo monologo, distinguendo la voce viva dagli echi inerti”.

El limonero lánguido suspende una pálida rama polvorienta sobre el encanto de la fuente

El limonero lánguido suspende una pálida rama polvorienta sobre el encanto de la fuente limpia, y allá en el fondo sueñan los frutos de oro. . . 5 Es una tarde clara, casi de primavera, tibia tarde de marzo que el hálito de abril cercano lleva; y estoy solo, en el patio silencioso, 10 buscando una ilusión cándida y vieja: alguna sombra sobre el blanco muro, algún recuerdo, en el pretil de piedra de la fuente dormido, o, en el aire, algún vagar de túnica ligera. 15 En el ambiente de la tarde flota ese aroma de ausencia, que dice al alma luminosa: nunca, y al corazón: espera. Ese aroma que evoca los fantasmas 20 de las fragancias vírgenes y muertas. Sí, te recuerdo, tarde alegre y clara, casi de primavera, tarde sin flores, cuando me traías el buen perfume de la hierbabuena, 25 y de la buena albahaca, que tenía mi madre en sus macetas. Que tú me viste hundir mis manos puras en el agua serena, para alcanzar los frutos encantados 30 que hoy en el fondo de la fuente sueñan. . . Sí, te conozco, tarde alegre y clara, casi de primavera.

Una noche de verano —estaba abierto el balcón y la puerta de mi casa—

Una noche de verano —estaba abierto el balcón y la puerta de mi casa— la muerte en mi casa entró. Se fue acercando a su lecho —ni siquiera me miró—, con unos dedos muy finos, algo muy tenue rompió. Silenciosa y sin mirarme, la muerte otra vez pasó delante de mí. ¿Qué has hecho? La muerte no respondió. Mi niña quedó tranquila, dolido mi corazón, ¡Ay, lo que la muerte ha roto era un hilo entre los dos!

En estos campos de la tierra mía, y extranjero en los campos de mi

En estos campos de la tierra mía, y extranjero en los campos de mi tierra —yo tuve patria donde corre el Duero por entre grises peñas, y fantasmas de viejos encinares, allá en Castilla, mística y guerrera, Castilla la gentil, humilde y brava, Castilla del desdén y de la fuerza—, en estos campos de mi Andalucía, ¡oh tierra en que nací!, cantar quisiera. Tengo recuerdos de mi infancia, tengo imágenes de luz y de palmeras, y en una gloria de oro, de lueñes campanarios con cigüeñas, de ciudades con calles sin mujeres bajo un cielo de añil, plazas desiertas donde crecen naranjos encendidos con sus frutas redondas y bermejas; 5 10 15

y en un huerto sombrío, el limonero de ramas polvorientas y pálidos limones amarillos,

y en un huerto sombrío, el limonero de ramas polvorientas y pálidos limones amarillos, que el agua clara de la fuente espeja, un aroma de nardos y claveles y un fuerte olor de albahaca y hierbabuena, imágenes de grises olivares bajo un tórrido sol que aturde y ciega, y azules y dispersas serranías con arreboles de una tarde inmensa; mas falta el hilo que el recuerdo anuda al corazón, el ancla en su ribera, o estas memorias no son alma. Tienen, en sus abigarradas vestimentas, señal de ser despojos del recuerdo, la carga bruta que el recuerdo lleva. Un día tornarán, con luz del fondo ungidos, los cuerpos virginales a la orilla vieja. 20 25 30 35

Caminos De la ciudad moruna tras las murallas viejas, yo contemplo la tarde silenciosa,

Caminos De la ciudad moruna tras las murallas viejas, yo contemplo la tarde silenciosa, a solas con mi sombra y con mi pena. El río va corriendo, entre sombrías huertas y grises olivares, por los alegres campos de Baeza. Tienen las vides pámpanos dorados sobre las rojas cepas. Guadalquivir, como un alfanje roto y disperso, reluce y espejea. Lejos, los montes duermen envueltos en la niebla, niebla de otoño, maternal; descansan las rudas moles de su ser de piedra en esta tibia tarde de noviembre, tarde piadosa, cárdena y violeta. El viento ha sacudido los mustios olmos de la carretera, levantando en rosados torbellinos el polvo de la tierra. La luna está subiendo amoratada, jadeante y llena. Los caminitos blancos se cruzan y se alejan, buscando los dispersos caseríos del valle y de la sierra. Caminos de los campos… ¡Ay, ya no puedo caminar con ella!