Antes de la lectura es preciso situar el

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Antes de la lectura es preciso situar el texto: Jesús, en su camino a

Antes de la lectura es preciso situar el texto: Jesús, en su camino a Jerusalén, entra en Jericó es una importante ciudad situada en una principal ruta comercial, por tanto, era una ciudad con bastante trasiego de gente. A esto se añadía la noticia de que iba a pasar por allí aquel predicador del que se había oído hablar tanto y que hacía prodigios maravillosos. Existía, por tanto, cierta expectación. Las ciudades ocupadas por el Imperio Romano tenían un inteligente sistema de administración. Dividían sus territorios en regiones impositivas que entregaban en arriendo a habitantes de la zona. Pagando un canon anual, algunos se convertían en recaudadores de impuestos y todo lo que recaudaban por encima de la cantidad prescrita por los romanos era su beneficio neto. Así, en lugar de tratar con poblaciones hostiles, los romanos se las entendían con unos voluntarios que realizaban la ingrata tarea de recaudar impuestos. Por lo demás, el sistema era eficaz, porque los romanos podían estar seguros de que los recaudadores sacarían hasta el último céntimo: se jugaban sus beneficios.

 «Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad» Jesús está en la calle.

«Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad» Jesús está en la calle. El ambiente de la calle refleja la vida. A Jesús le gusta la vida. Camina hacia la gente y la gente le sigue.

“Vivía allí un hombre rico llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos” Zaqueo era

“Vivía allí un hombre rico llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos” Zaqueo era jefe de los recaudadores del distrito. Su cargo era todavía más inmoral, pues con él se quedaba la mayor parte de lo recaudado. Era, considerado un traidor, pues colabora con los ocupantes y además se enriquece a costa de ellos, le odian. Todo el mundo desprecia a este hombre pequeño y aprovechado.

“Deseaba conocer a Jesús, pero era pequeño y la gente le impedía verle” Trataba

“Deseaba conocer a Jesús, pero era pequeño y la gente le impedía verle” Trataba de distinguir quién era Jesús, y se adelantó corriendo entre la gente. Curioso y con ganas Zaqueo intenta ver a Jesús. Pero es pequeño, y el gentío se lo impide.

“Así que echó a correr y, adelantándose a todos, fue a encaramarse a un

“Así que echó a correr y, adelantándose a todos, fue a encaramarse a un árbol para verle cuando pasara por allí” Zaqueo se las sabe todas. Siempre tiene un truco para conseguir lo que se propone. Siempre hay un método para salvar los obstáculos.

Subido a un árbol Zaqueo se siente contento. Piensa que está a salvo, escondido

Subido a un árbol Zaqueo se siente contento. Piensa que está a salvo, escondido entre las ramas. Desde arriba, ve las cosas como si se parara a echar una mirada a su vida pasada. Darse tiempo para buscar nos permite ver mejor y comprender las cosas.

“Al llegar Jesús a aquel lugar miró hacia arriba y vio a Zaqueo” Jesús

“Al llegar Jesús a aquel lugar miró hacia arriba y vio a Zaqueo” Jesús pasa junto al árbol. Zaqueo está arriba, encaramado. Se produce el encuentro; el corazón de Zaqueo está preparado. Jesús levanta los ojos hacia él. Para encontrar verdaderamente a alguien hay que ir sin prisas y saber pararse.

“Y Jesús le dijo: -Zaqueo, baja en seguida, porque hoy quiero alojarme en tu

“Y Jesús le dijo: -Zaqueo, baja en seguida, porque hoy quiero alojarme en tu casa”

Zaqueo tiene que bajar del árbol para acoger a Jesús en su casa. Pero

Zaqueo tiene que bajar del árbol para acoger a Jesús en su casa. Pero tiene que bajar además de ese árbol que está dentro de él: su orgullo y su cerrazón.

“Él bajo a toda prisa y, con alegría, recibió en su casa a Jesús”

“Él bajo a toda prisa y, con alegría, recibió en su casa a Jesús” Zaqueo prepara su casa. Se siente muy honrado con la visita de Jesús. Le invita a comer. Es un día de gran fiesta para él.

Al ver esto, todos se pusieron a murmurar: “Este se aloja en casa de

Al ver esto, todos se pusieron a murmurar: “Este se aloja en casa de un hombre de mala reputación” «¡Fijaos! ¡Ha ido a comer con ese hombre impresentable!» La gente se escandaliza y algunos critican despiadadamente a Jesús.

Zaqueo está conmovido por el gesto de Jesús. Ahora ya no es el mismo.

Zaqueo está conmovido por el gesto de Jesús. Ahora ya no es el mismo. Decide reparar el mal que ha hecho porque acaba de descubrir una riqueza mucho más grande que el dinero: la felicidad de ser querido. Zaqueo, por su parte, se puso en pie y, dirigiéndose al Señor dijo: “Señor, estoy decidido a dar a los pobres la mitad de mis bienes y a devolver cuatro veces más a los que haya defraudado en algo”.

Entonces Jesús dijo: -Hoy ha llegado la salvación de esta casa. ¡El Hijo del

Entonces Jesús dijo: -Hoy ha llegado la salvación de esta casa. ¡El Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido! Ni ayer ni mañana, es hoy cuando Jesús pasa. Hoy Jesús trae la felicidad a la casa de Zaqueo. Hoy todo puede cambiar.

con Él. . . …me reconozco pequeño, pobre, frágil, pecador. . . y descubro

con Él. . . …me reconozco pequeño, pobre, frágil, pecador. . . y descubro cómo de esa pobreza Dios hace un tesoro sin Él. . . me creo rico, superior, con todo ganado. . . porque todo me es debido

con Él. . . …mi dicha es que los demás estén bien sin Él.

con Él. . . …mi dicha es que los demás estén bien sin Él. . . me aprovecho de los demás, exploto al que es más débil que yo

con Él. . . …supero las dificultades para ir en su búsqueda, en mi

con Él. . . …supero las dificultades para ir en su búsqueda, en mi búsqueda más profunda sin Él. . . cualquier obstáculo (mi baja estatura, la gente, el qué dirán, la falta de tiempo. . . ) es una excusa para no encontrarme con Dios

con Él. . . …ya no necesito subir a ningún sitio para mirarle a

con Él. . . …ya no necesito subir a ningún sitio para mirarle a los ojos sin Él. . . no me bajo del sicómoro: de mis ideas, de mis prejuicios, de mis temores, de mi orgullo

con Él. . . mi vida es para los demás, mi casa es casa

con Él. . . mi vida es para los demás, mi casa es casa de acogida. . . mi vida entera es acogida sin Él. . . mi casa es sólo para mí y para los míos

con Él. . . mis pobrezas son caminos que me llevan a Dios, grietas

con Él. . . mis pobrezas son caminos que me llevan a Dios, grietas para reconocer su amor en mí sin Él. . . mis debilidades, las cicatrices de mi tronco, las astillas de mi corteza. . . me hacen sufrir, me amargan, me deprimen