ALIMENTOS PROTECTORES FRECUENCIA DE CONSUMO Y HABITOS ALIMENTARIOS
ALIMENTOS PROTECTORES: FRECUENCIA DE CONSUMO Y HABITOS ALIMENTARIOS EN UNA POBLACION INFANTIL Autores: Dra. Lidia Caracotche , Dra. Karina Misa, Dra. Daiana Espantoso , Dra. Laura Alvarez. Servicio de Pediatría del Hospital zonal de agudos ¨Narciso Lopez de Lanús¨ Introducción: La alimentación y el estado nutricional son procesos complejos que se encuentran influenciados por aspectos biológicos, ambientales y socio culturales que contribuyen en la adquisición de patrones de consumo en una etapa de gran variabilidad y vulnerabilidad. Estos factores son determinantes en el desarrollo y crecimiento óptimo de los niños, así como su maduración biopsicosocial. Los hábitos alimentarios en la infancia, se modificaron en las últimas décadas debido a factores de la dinámica familiar como la falta de tiempo para preparar los alimentos, menor dedicación, escasa autoridad en cuanto a la calidad y cantidad de los alimentos que se consumen y la gran influencia de los medios de comunicación y/o publicidades que contribuyen a la modificación de estos hábitos en un grupo etario acrítico y fácil de manipular en cuanto al consumo de nuevos alimentos los que en su gran mayoría son de alto valor calórico y escaso valor nutritivo. La importancia en generar hábitos de alimentación saludable en los niños contribuiría a la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles en su etapa adulta. Objetivos: Determinar la frecuencia de consumo de alimentos protectores y evaluar los hábitos alimentarios en una poblacion infantil. Material y Métodos: Se evaluaron 50 niños con edades entre 3 a 10 años que concurrieron a la atención de consultorios externos de Pediatría del Hospital N. López de Lanús en el periodo del 1 al 15 de agosto del 2018. La recolección de datos se realizó mediante encuesta estructurada a los padres sobre historia alimentaria: lactancia materna, alimentación artificial, introducción de semisólidos; estructura familiar: familia nuclear, número de hijos, lugar que ocupa cada hijo en la familia, nivel de educación de ambos padre, trabajo formal de ambos; saneamiento ambiental: agua potable, cloacas; preparación y conservación de alimentos: heladera, cocina, freezer; hábitos alimentarios : consumo y frecuencia de alimentos protectores (leche, huevo, quesos, carnes y legumbres); consumo de bebidas industrializadas (jugos en polvo, comerciales y bebidas cola); consumo de agua libre y consumo de suplementos vitamínicos (hierro, vitaminas y calcio) al momento de la encuesta. Criterios de exclusión: niños con patología nutricional crónica, que tienen modificación del patrón de su conducta alimentaria. Frecuencia de consumo adecuada según las guías de alimentación del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires 2010, y recomendaciones de la OMS y SAP. Resultados: *sexo femenino 56%; lugar que ocupa en la familia: 1º: 44%, 2º: 30%, 3º: 14%, 4º: 8% y 5º: 4%; Lactancia materna exclusiva hasta el 6 mes: 70% * Procedencia: Lanús 76%, Avellaneda 10% y Lomas de Zamora 14% COLACIONES SI 40 (80%) NO 10 (20%) FRECUENCIA 1 x dia 16 (40%) SI NO HOGAR OTROS DESAYUNO 100% 0 84% 16% ALMUERZO 100% 0 92% 8% MERIENDA 100% 0 88% 12% 2 x dia 20 (66, 6%) 0 3 x dia 4 x dia 3 (7, 5%) 1 (2, 5%) CENA 100% SI 0 49 (98%) 100% AGUA MINERAL GRIFO 24 (48%) 25 (50%) FRECUENCIA DE CARNES EN GRAL. 0/SEM 0 (0%) NUNCA 1 -2/SEM 0 (%) BAJO 3 -4/SEM 20 (40%) MODERADO 5 -6/SEM 8 (16%) FRECUENTE 7/SEM 22 (44%) SIEMPRE CONSUMO DE CARNES SEGUN EL NIVEL DE EDUCACIÓN Y TRABAJO PATERNOS PRIMARIO 12 (54, 5%) SECUNDARIO 5 (23%) PADRE TERCIARIO 3 (13. 5%) DESCONOCE 2 (9%) NIVEL DE EDUCACION PRIMARIO 7 (32%) SECUNDARIO 11 (50%) MADRE 7 veces TERCIARIO 4 (18%) x sem(23) DESCONOCE 0 SI 16 (73%) PADRE NO 5 (23%) TRABAJO DESCONOCE 1 (4%) FORMAL SI 18 (82%) MADRE NO 4 (18%) Conclusiones: Se observo un consumo de alimentos protectores en el total de los encuestados y una frecuencia de consumo de carnes en general del 44% los 7 días de la semana, siendo el tipo de carne vacuna y pollo los de mayor frecuencia, independientemente del nivel de ingresos y la escolaridad de los padres y los cuales cubrían las recomendaciones. Evidenciamos que el total de los niños realizan 4 comidas diarias y el 100% de los mismos realizaban la cena en familia, con disminución del consumo de las comidas principales en el ámbito familiar. Se constató un incremento de bebidas azucaradas de escaso valor nutritivo y alto valor calórico y un consumo de bebidas cola del 58% y jugos industrializados del 92%, aumentando en el grupo de niños de 9 a 10 años. La importancia de realizar encuestas de hábitos, tendencias y frecuencia de consumo de alimentos es una herramienta para la valoración nutricional lo que permite implementar intervenciones tempranas para modificar las modalidades presentes y/o generar hábitos de alimentación saludable en la población infantil.
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