2 CARISMAS DE CONOCIMIENTO Y DE PALABRA REVELACION
2) CARISMAS DE CONOCIMIENTO Y DE PALABRA. REVELACION (. . . continuación) Manifestar una verdad secreta u oculta. Dios se da a conocer progresivamente al hombre.
Dentro de la clasificación de los Carismas del Espíritu Santo podemos agrupar en la categoría de Carismas de Revelación a: Palabra de ciencia Palabra de sabiduría Discernimiento de espíritus
Este carisma en la lista de 1 Corintios 12, aparece después del don de palabra de sabiduría y es otro de los carismas conocidos como dones de revelación. Esta es una habilidad especial que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo, para conocer verdades y situaciones que de otro modo serían imposibles de conocer.
No es un mero conocimiento intelectual adquirido a través de años de estudios, sino es un conocer que viene directamente por medio del Espíritu Santo al espíritu del creyente que es el depósito o de esa palabra, entonces el creyente es quien declara y ministra con sana enseñanza según la necesidad del Cuerpo. No se trata de una simple intuición, o de alguna sensación repentina, ni mucho menos adivinar tal o cual cosa sobre alguna persona o asunto en particular, sino es un conocimiento pleno de algo que es imperceptible a los sentidos físicos.
Este carisma tiene su eje central en la revelación de las Sagradas Escrituras y esta enfocado a la enseñanza de las mismas pero con una hábil precisión en dar a conocer al pueblo de Dios las verdades bíblicas para su buena edificación.
Debemos ser sabios y prudentes en el uso de este bello carisma, primeramente los que ministran con este don, han de ser equilibrados, llenarse de lo que la Biblia enseña y no dejarse llevar por emociones, sensaciones o intuiciones y en general los creyentes que tienen otros dones, no confundir el uso y función de este carisma, sino orando a Dios para que sea de mucha bendición a su Iglesia.
Se refiere a una parte del conocimiento de Dios, que El ha querido revelar. Es el don que revela la verdad escondida de las cosas y resuelve problemas en un momento determinado. Esta revelación llega solo por la inspiración del Espíritu Santo. Un día antes de la llegada de Saúl, el Señor había hecho a Samuel esta revelación: “Mañana, a la misma hora, te enviaré a un hombre del país de Benjamín; tú lo ungirás como jefe de mi pueblo Israel, y él salvará a mi pueblo del poder de los filisteos. Porque yo he visto la aflicción de mi pueblo, y su clamor ha llegado hasta mí”. Cuando Samuel divisó a Saúl, el Señor le advirtió: “Este es el hombre de quien te dije que regirá a mi pueblo”. 1 Sam. 9, 15 -17
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