15 de octubre Domingo XXVIII Tiempo Ordinario Te
15 de octubre Domingo XXVIII Tiempo Ordinario Te pedimos, Señor, que tu gracia nos inspire y acompañe siempre, para que podamos descubrirte en todos y amarte y servirte en cada uno. Por nuestro Señor Jesucristo … Sabiduría 7, 7 -11 Mejor sabiduría que riqueza. Salmo 89 Sácianos, Señor, de tu misericordia. Hebreos 4, 12 -13 La palabra es viva y eficaz P. Marcelo Rivas Sánchez
Marcos 10, 17 -30 Vende lo que tienes y sígueme “Se le acercó corriendo un hombre, se arrodilló ante él y le preguntó: Maestro bueno, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna? Jesús le contestó: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, no cometerás fraudes, honrarás a tu padre y a tu madre. Entonces él le contestó: Maestro, todo eso lo he cumplido desde muy joven. Jesús lo miró con amor y le dijo: Sólo una cosa te falta: Ve y vende lo que tienes, da el dinero a los pobres y así tendrás un tesoro en los cielos. Después, ven y sígueme. Pero al oír estas palabras, el hombre se entristeció y se fue apesadumbrado, porque tenía muchos bienes. Jesús, mirando a su alrededor, dijo entonces a sus discípulos: Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios. Los discípulos quedaron sorprendidos ante estas palabras; pero Jesús insistió: Hijitos, qué difícil es para los que confían en las riquezas, entrar en el Reino de Dios. Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de Dios. Ellos se asombraron todavía más y comentaban entre sí: Entonces, ¿quién puede salvarse? Jesús, mirándolos fijamente, les dijo: Es imposible para los hombres, mas no para Dios. Para Dios todo es posible. Entonces Pedro le dijo a Jesús: Señor, ya ves que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte. Jesús le respondió: Yo les aseguro: Nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, dejará de recibir, en esta vida, el ciento por uno en casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras, junto con persecuciones, y en el otro mundo, la vida eterna”
Sabiduría es saborear la vida, es saber vivir en armonía con el mundo, con los demás seres humanos y con Dios. La sabiduría no excluye el conocimiento erudito de las ciencias, por el contrario, lo utiliza como un recurso importante. La sabiduría es más un conocimiento de la vida, de Dios y de todo lo necesario para vivir bien y ser feliz. Sabiduría y felicidad van de la mano. La sabiduría es lo máximo a lo que un ser humano puede aspirar. El evangelio nos presenta a un hombre que salió a encontrarse con el Maestro del Camino, con el fin de pedirle una clave para alcanzar la vida eterna. ¿Cómo poseer la vida eterna? Fue remitirlo a la bondad de Dios. Luego lo remitió a los mandamientos. no ser injusto Desde Jesús el primer paso para encontrar a Dios es encontrar al hermano. Se suponía que la clave para una vida eterna, sabia y feliz, era la Torá. No bastaba con cumplir los mandamientos. “Sólo te hace falta una cosa: vete a vender todo lo que tienes y dale el dinero a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo”
Mucho cuidado Dios no desprecia la riqueza Ni está llamando a la gente a que sea pobre y nunca progrese. El progreso es la aspiración de todo persona. Recordemos que entre sus amigos están: José de Arimatea, hombre rico; Zaqueo es declarado salvado, aunque retenga para sí la mitad de sus bienes. Mantengamos la base que es … La palabra de Dios nos dice que el apegarse al dinero es idolatría. Muchos los adoran y dan sus vidas por el. Cambia por completo la vida de las personas. Van en contra de la fe, esperanza y caridad. Con Dios nada, con el dinero todo. «Todo es posible para quien tiene dinero»
La avaricia … Es fuente de infidelidad. Por dinero se vende todo. Una persona avara es infeliz. Sin afecto viendo a los demás como obstáculos. En todos hay codicia, deseos de poder, afán de riqueza. No es quedarse en la calle por los otros No es cortarse las manos, sacarse un ojo … A nadie se le ocurriría odiar a padre y madre. Son condiciones de seguimiento, es decir, purificarse. Pero la propuesta de Jesús no fue ni un consejo, ni menos para una élite especial, sino para todo aquel que quisiera seguirlo. No es un llamado a multiplicar la pobreza ni a sumarnos a las masas de indigentes. No es un llamado a derrochar irresponsablemente todo lo que se adquiere, ni a dar a todo el que pide sabiendo que hay personas que se aprovechan de la generosidad de la gente. No es una exaltación de la miseria ni de la carencia de bienes como un valor. Es una invitación a optar por una forma de vida que no esté dominada por el dinero, sino por Dios. Donde reinan el dinero y la riqueza, reinan la inhumanidad y la injusticia.
No basta con ser buenos Hay que cambiar el corazón Es y debe ser una condición para seguir a Jesús Esta actitud es el fundamento esencial y original del comportamiento cristiano. La moral cristiana no consiste sólo en escuchar una enseñanza y en cumplir los mandamientos, sino en configurarse con Cristo mismo, La llamada al seguimiento de Cristo está dirigida a: aquellos a quienes confía una misión particular. Empezando por los Apóstoles; pero también a todo cristiano. Dios quiere que todos se salven Lo que cuenta es el hombre como valor supremo, su dignidad. No son el dinero, ni los bienes materiales. Lo que nos hace felices es el amor, que es generosidad, solidaridad y entrega. Al reinar el mensaje de Jesús, reina Dios y con él la libertad, la justicia y la paz “Para los hombres esto es imposible pero no para Dios, porque para Dios todo esto es posible” Pero Jesús no deja a nadie sin esperanza de salvación, tampoco al rico. La cuestión no es si el rico se salva, sino qué rico se salva.
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